(A.M). He  reflexionado sobre tu discurso filosófico y su articulación con la Escuela de Frankfurt (Marcuse, Adorno, Hokheimer,Benjamin y Harbeman) y he analizado, como asumes el papel de la Filosofía , al decir que esta ha perdido la capacidad crítica, cuestionadora del mundo y sus cosas, que ha perdido el horizonte y la capacidad de pensar. Según tu discurso, (ibíd., 2015, Pp.119-131) la Filosofía en estos tiempos no enfrenta los grandes problemas humanos, a los sistemas que reprimen y amordazan, porque se ha dedicado a interpretar o repetir textos sin ninguna articulación con el mundo real. Vive en un institucionalismo académico alejado de la praxis social y  se ha alejado de los problemas de nuestros tiempos. Tal decadencia se inició de acuerdo a tu discurso en el siglo XIX. ¿ Pero, en ese siglo XIX, nos encontramos con el filosofar de  Marx, Nietzschez,? ¿Y, en el siglo XX con la escuela de Frankfurt y su crítica al sistema social e industrial? ¿En qué sentido se puede hablar de pérdida de capacidad crítica, sino en algunos discursos filosóficos que se alejan de esa visión que he pensada por ti?   

(X.I). Adorno entiende que la filosofía en el siglo XX se halla en una situación semejante a la que encontró Kant.  Éste entendía que la ciencia había logrado ser una ciencia en el sentido moderno de la palabra, pero la filosofía todavía no. La tarea consistía entonces en hacer de la filosofía una verdadera ciencia, elevarla al nivel de ciencia. Y a ello dedicó toda su energía. “Sólo el camino crítico queda abierto”, dijo Kant. Y esto quería decir para él que antes de ponerse a conocer algo debe preguntarse por las condiciones del conocimiento, es decir, cómo funciona nuestro conocimiento. Lo contrario es dogmatismo.

Xabier Insausti y Andrés Merejo

Del mismo modo Adorno entendía que las ciencias de comienzo de siglo XX estaban elaborando un paradigma nuevo. La psicología de la mano de Freud, la sociología de la mano de Weber, la matemática de la mano de Cantor, la pintura pasa de lo figurativo a lo abstracto lo cual supone una liberación de lo idea de representación y así lograr una independencia increíble, la literatura de la mano de Musil, Kafka o Joyce. La música supera la tonalidad y se hace atonal con Schönberg. Pero la filosofía se queda, no logra este estatuto nuevo. Marx y Nietzsche fueron los filósofos del siglo XIX que se van a salvar de ello. Pero quedan aislados al contrario de los demás. Adorno, como Kant, entiende que la filosofía debe avanzar hacia una nueva idea de sí misma. Heidegger puso en marcha una interesante renovación de la filosofía, pero sucumbió a la realidad. No fue suficientemente radical, no estuvo a la altura de las circunstancias y vendió la filosofía al nacionalsocialismo. Por ello no siguió con su plan inicial, del que quedó solamente Ser y tiempo, la primera parte del sistema. ¿En qué consiste su fracaso? En que confundió lo óntico y lo ontológico (según su terminología) en la política. Convirtió al nacionalsocialismo en algo ontológico después de haber defendido que ningún ente se confunde con el ser. Cae en contradicción consigo mismo. Una contradicción fatal. Podríamos compararlo con Unamuno que, aunque no era un gran filósofo, al decir de Ortega, tuvo sin embargo una gran intuición política que le permitió criticar al rey y saludar a la República, criticar a la República cuando lo consideró y saludar al nuevo régimen para ver rápidamente que el nuevo régimen no era de ningún modo lo que necesitaba España.

Horkheimer y Adorno criticaron tanto al nazismo como al estalinismo, pero también al liberalismo americano que conocieron en América. Los tres fueron funestos para el sujeto que quedó muy “dañado”, muy maltratado por todos ellos.

(A.M). Sin embargo,  tal como afirmas, el siglo XXI ha dejado atrás el fascismo y el salinismo, pero dejó en la agenda política grandes temas, grandes retos ante en el mundo del neoliberalismo,  como la igualdad, las reivindicaciones del feminismo, la ecología, la lucha contra el racismo, la libertad sexual; sobre estos la filosofía no puede escamotearse o retirarse a sus seguros refugios teóricos, alejado de los problemas y ha de acercarse a quienes siguen luchando los excluidos, los marginados, los indignados y los países marginados. ¿Entonces que filósofos en estos tiempos han asumido la tradición de la Escuela de Frankfurt, de Foucault? ¿No hay que repensar también, desde la filosofía, el cibermundo como revolución tecnológica y ciberespacial, de entornos virtuales y de relaciones de poder cibernetico, ciberespionaje y control virtual?

(X.I). Sin duda los retos del siglo XXI son en parte nuevos, pero sólo en parte. El 68 dejó marcada la agenda futura. Todos esos retos que apuntas en tu pregunta son los retos en que estamos sumergidos actualmente. En tu obra La dominicanidad transida, hablas del hombre rebelde de Camus que a mí me parece realmente importante. El sujeto crítico debe ser rebelde, debe estar dispuesto a asumir riesgos en nombre de la libertad. Estos nuevos espacios cibernéticos que apuntas creo que deben ser objeto de la filosofía si quiere estar en su tiempo como le pedía Hegel a la filosofía. El filósofo debe asumir una posición crítica, debe conocerlos y debe trabajar con quienes luchan para no ser atrapados en esas redes. Es una tarea nueva que los críticos de Frankfurt no conocían, pero ya en las críticas que hacen a los medios americanos se ve claramente un estilo que debe continuar la filosofía crítica. Yo creo que Habermas le hizo un flaco favor a la Teoría Crítica al dejar fuera de ella al psicoanálisis y al marxismo y venderla al pragmatismo kantiano. Esto es una vuelta atrás. Por ello los discípulos de Habermas, como Honneth están volviendo al programa inicial en gran parte.

(A.M). El libro Pensar la filosofía hoy (2010, coeditado con José Ignacio Galpazoro) deja entender el espíritu de una filosofía crítica y que recoge el espíritu del filosofar de los frankfurtiano, en estos tiempos y que se ha de buscar en los  filósofos franceses como Deleuze, Henry , Baudiu y Lauruelle.  Con lo que se deja entrever el rechazo a la tradición filosófica fenomenológica de la trascendencia y el recate de la filosofía de la inmanencia, del plano terrenal y no transcendental, pero sí de la relevancia. De acuerdos a tus planteamientos estos filósofos, como parte de la Filosofía continental, se mueven en el ámbito de lo científico, de lo cognitivo y epistémico articulado con enfoque de cuestionamiento a los entramados del poder y el sistema social capitalista. ¿Han tenido repuesta o cuestionamiento a la luz del cibermundo , del control virtual y no viendo este mundo digital como Filosofía de la tecnología y de la razón instrumental? ¿En este proceso de construcción del cibermundo , se han configurado nuevas relaciones de poder, que apunta al control virtual cibernetico y a la resistencia de sujetos cibernéticos (hackeativismo y redes de indignados) y que abren nueva visión filosófica?

Xabier Insausti y Andrés Merejo

(X.I). Yo entiendo que son sobre todo (aunque no exclusivamente) los franceses los que recogen el guante de los frankfurtianos. Sartre, Simone de Beauvoir, Lacan y Althusser pusieron una base sólida para la filosofía francesa por la que luego han transcurrido Foucault, Derrida, Badiou, Rancière, Balibar. También Zizek pertenece a esta tradición y Butler. Lo importante es la brecha que se ha abierto entre la tradición francesa y la alemana, una lamentable ruptura que ha dejado a los alemanes fuera de juego, fuera del tiempo. Se han refugiado en la tradición sin ser capaces de relazarla hacia el presente.

(A.M).  Ahora bien, a la supuesta Filosofía continental (etiquetada así  por la llamada Filosofía analítica), de tradición europea del Norte y  específicamente de Alemana, en su inicio desde los tiempos de la ilustración del siglo XVIII, pasando por Francia hasta llegar a Ala Baudiou, se le opone la Filosofía analítica de tradición norteamericana y de Gran Bretaña , en la que se destacan Wittgestein y Russell, fundada  en el lenguaje , el razonamiento lógico  y científico. Estas corrientes  se nutren de la tradición empirismo inglés (Bacon) y racionalismo francés (Descarte) en el siglo XVII y desde su inicio en la tradición de la filosofía griega (presocrática y socrática). ¿Hablar de Filosofía continental y Analítica no es un término opaco , en cuanto a definir y redefinir la Filosofía en estos tiempos? ¿En cuál de las corrientes han de colocarse los discursos filosóficos de Agamben, Vatimo, Zizek y Rorty? ¿El dividir la Filosofía en continental y analítica, no es seguir la visión dual, tradicional de materialismo e idealismo, empirismo y racionalismo, en cuanto deseo de ser el discurso filosófico verdadero, único y total? 

(X.I). Sí, son conceptos orientativos. Lo cierto es que las tradiciones actuales se hallan entremezcladas. Por ejemplo para Badiou la ontología es la teoría de conjuntos. Y Rorty no tiene  problemas en estudiar a Heidegger. Cosas en otros tiempos impensables. Las metamorfosis son múltiples y diversas. Lo que yo decía en el artículo que citas es que esas divisiones estrictas ya no valen. Estamos en algo nuevo aunque de momento no sepamos exactamente darle forma adecuada. Pero esta idea es vieja, es una idea que ha estado presente en la filosofía desde el comienzo. Se desdibujó en gran parte al separar las ciencias naturales de las ciencias del espíritu. Pero esta no era la idea ni de Kant ni de Hegel, que estudiaron las ciencias modernas con una dedicación envidiable. Marx mismo se dedicó a estudiar la economía. Y Nietzsche (como Adorno) eran músicos, no sólo teóricos de la música.

Badiou defiende que la filosofía no tiene un campo específico. Que ella se realiza en las ciencias, en la política, en el arte y en el amor. Lo específico de la filosofía es darle consistencia a todo ello (sistema, diría Hegel) y así construir el nuevo sujeto. Por supuesto el ciberespacio es una ciencia que construye, que atraviesa al sujeto actual y, como tal, debe ser asumida por la filosofía.  No puede dejarse exclusivamente en manos de especialista ninguno de los campos. Pero para que todo ello pueda llevarse a cabo es preciso organizarse, trabajar en equipo, estudiar a fondo, proponer nuevas vías. Pero, de nuevo con Kant, sólo el camino crítico queda abierto. El camino crítico es el camino de la filosofía.

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