El proyecto “Filosofía para niños” tiene como voluntad enseñar a adultos y a niños a dialogar, razonar, buscar e indagar en el pensamiento. Este proyecto ha sido considerado por el Consejo de Europa como una herramienta para una educación democrática, basada en el diálogo y la resolución no violenta de los problemas.
(A.M). El relato “Suki” (2016) escrito por Lipman entra en la relación Filosofía y Literatura, ya que combina la reflexión, la emoción y la poesía como acto creativo, de cuestionamiento y de dudas en un ambiente escolar. ¿Cómo considera este relato, filosófico o literario? ¿Este apunta no solo para Filosofía para Niños sino para jóvenes?
(J.M.G.F): Esta novela nos presenta a Suki, que escribe poesía, y la relación de ésta con un compañero al que le cuesta enfrentarse a los deberes de la clase de literatura: cómo le va a ayudar en sus tareas mostrándole el significado de la literatura y desvelándonos la relación entre pensar, leer y escribir. Las habilidades principales que se promueven son las siguientes: se recuperan y amplían las adquiridas con las novelas sobre filosofía del lenguaje y lógica, incidiendo en las técnicas propias de la escritura, como la narración, descripción, versificación, creación, interpretación, crítica, etc
Es necesario insistir en que el propósito de FpN va mucho más allá de la mera extensión de una asignatura en los diversos niveles de la educación; no se trata tanto de agregar más materias o actividades al currículo, de enseñar los contenidos tradicionales de la filosofía, entendida como “historia de la filosofía” sino de hacer filosofía con los propios niños, de buscar prácticas filosóficas y, sobre todo, de hacer de la filosofía el factor decisivo de la educación del futuro, una educación que debe ser más crítica y más reflexiva, una educación filosófica, basada en todas las virtualidades pedagógicas que están ya presentes en el ejercicio de la reflexión filosófica.
En este sentido, FpN no sólo incorpora interlocutores filosóficos tan importantes como los niños y jóvenes, sino también las dimensiones de la reflexión filosófica tradicionales como la novela, la poesía, el cuento o el drama, y recupera el sentido comunitario y eminentemente público que el filosofar tuvo desde sus orígenes en la antigua Grecia. Como dice Suki a Harry, “a ti te interesa la verdad de las cosas, a mí la poesía de las cosas”.
(A.M): La novela no queda entrampada en una historia de conceptos filosóficos. ¿Es una novela de pura ficción que deja entrever el ámbito filosófico más que el literario?
(J.M.G.F):El recurso de la narración como instrumento para la educación permite que los personajes adquieran realidad y que, en tanto figuras literarias se salgan de una historia contada en clave de ficción para pasar a ser parte integral de nuestras vidas. Es decir, la filosofía no sólo es un compendio de conceptos, de ideas, sino también de situaciones, de personajes, de historias que cobran mayor sentido cuando se entrecruzan con nuestras propias vidas, con nuestras situaciones, con nuestras historias de niños, de jóvenes y de adultos. Todo ello es, sin duda, fundamental en un proceso educativo intersubjetivo, dialógico, compartido, solidario tal como es demandado en los diversos enfoques de la educación actual.
El enfoque de Filosofía para Niño se fue definiendo en la década de los años setenta en los Estados Unidos y tiene como eje fundamental la filosofía de John Dewey y Lipman, este último se cansó de enseñar a estudiantes universitarios y consideró que era mejor enseñar a pensar y construir valores desde un enfoque filosófico a los niños.
(A.M): De su exposición se desprenden algunos resultados, en cuanto que el programa de FpN, contribuye a que el niño y el joven van logrando pensar por sí mismo. ¿En este programa FpN hay toda una metodología lúdica y filosófica para que los niños aprendan a pesar? ¿Hay seguimientos de estos resultados?
(J.M.G.F): El juego filosófico se piensa como una apuesta que aborda el juego y la filosofía. Es un posible encuentro para potencializar el pensamiento crítico y creativo en los niños y niñas desde su ser-niño/a. Para llevar a cabo dicha propuesta, se indaga en las metodologías de filosofía para niños, así́ como la filosofía con niños abstrayendo de ambas partes las siguientes propuestas: comunidades de indagación, diálogo filosófico, pensamiento complejo y una experiencia impredecible de pensamiento filosófico que busca que el juego del niño atraviese las puertas de la filosofía -como práctica– con todo lo que es él, donde su percepción individual de lo que es la realidad pueda ser escuchada y hablada a través de la acción lúdica. Porque no hay nada más concreto que el Ser jugado.
El desarrollar habilidades de razonamiento crítico, creativo desde situaciones cotidianas que permitan investigar y cuestionar las propias actitudes y reacciones que es el primer paso de todo pensamiento filosófico, y una forma es a través de divertimentos que son guías de aplicación práctica a través de lecturas, cuentos, novelas u otros textos elaborados y adaptados que traten los problemas de filosofía problematizando las relaciones cotidianas y a partir de las cuales se profundiza y se abren perspectivas, en un diálogo crítico y creativo en el aula, incentivando el cuidado y respeto por las opiniones divergentes.
El proyecto “Filosofía para niños” tiene como voluntad enseñar a adultos y a niños a dialogar, razonar, buscar e indagar en el pensamiento. Este proyecto ha sido considerado por el Consejo de Europa como una herramienta para una educación democrática, basada en el diálogo y la resolución no violenta de los problemas.
Hacer filosofía en la escuela con los niños, que no estudiar filosofía, puede ser un elemento que ayude a mantener un auténtico aprendizaje. El niño se coloca en la actitud ingenua del filósofo, la contraria a la actitud que hay detrás de la frase “eso ya lo sé”.
La filosofía para niños puede crear espíritu de investigación desde la constatación de que no sabemos y queremos saber. De hecho según este programa se proponen unas clases de filosofía en las que los protagonistas son los mismos alumnos, no un temario lleno de contenidos que tienen que estudiar. Porque lo que se pretende es desvelarles el gusto por la investigación colectiva.
Se hace filosofía en el aula para intentar que los alumnos/as, todos y cada uno de ellos, se conviertan en personas más razonables, en ciudadanos y ciudadanas participativos con capacidad de formarse opiniones propias basadas en criterios consistentes. Para que sepan afrontar los retos de la vida de forma creativa.
(A.M): De acuerdo a su discurso ¿Es de suma importancia para el desarrollo infantil estudiar filosofía?. ¿Cómo se realiza la evaluación de este programa de aprender a pensar?
(J.M.G.F): Primeramente porque los niños tienen la capacidad de pensar, de preguntar, de interrogar, de indagar cuestiones… es algo que está y mucho en el potencial de los pequeños. Y además porque les ayuda enormemente a desarrollar habilidades para su vida adulta y profesional: la capacidad de criticar, de dialogar, de llegar a consensos, de cuestionar eso que damos por hecho. Son habilidades que, si se entrena ya al niño en ese conjunto de facultades, permitirán que tenga una formación más integral y más sólida. Será más fácil que cuando el niño llegue a la edad adulta tenga buenas habilidades para la actividad laboral.
Por tanto, se pueden identificar los beneficios no tanto de enseñar filosofía a niños sino de filosofar con ellos o filosofar a partir de sus preguntas.
Para poder comprender el sentido que le damos a la evaluación del programa de FpN debemos tener presente los objetivos que se marca o que persigue desarrollar este programa. El programa de FpN, en cuanto programa de carácter filosófico, tiene como principal objetivo la discusión de temas y conceptos filosóficos. Sin embargo, no se trata de aprender o de transmitir esta serie de conceptos o de contenidos filosóficos, sino que se busca, fundamentalmente, fomentar una reflexión sobre estos conocimientos, vinculándolos a nuestra propia experiencia, y sobre los conceptos que utilizamos para concretizarlos. Se trata de reflexionar sobre su significado, su delimitación, sus diferentes identificaciones, etc. A fin de cuentas se trata de llevar la reflexión filosófica a todos los ámbitos del conocimiento: la naturaleza, la moral, la estética, lo social, etc.
Pero además, y sobre todo, se busca trabajar toda una serie de destrezas y habilidades de pensamiento. Por estas se entienden todos aquellos procedimientos, destrezas, habilidades, estrategias y técnicas esenciales a un buen razonamiento, sea éste el que sea, lógico, ético o estético. No se trata únicamente de habilidades lógicas de razonamiento formal, sino que incluye tanto las habilidades de cuestionamiento e investigación (hacer buenas y pertinentes preguntas, cuestionar los supuestos y los fundamentos, preguntar por ejemplos y aclaraciones, etc.) como las de traducción e interpretación (saber escuchar y entender, ser capaz de traducir a nuestro propio pensamiento las ideas y opiniones de los demás, ser capaces de interpretar la comunicación tanto verbal como no verbal, la empatía, ponerse en el lugar del otro, etc.). Son los instrumentos básicos sin los cuales difícilmente podría lograrse una buena investigación, ni tampoco pensar crítica y autónomamente.
(A: M): Hay que comprender que la relación lenguaje- epistemología – lógica -ética y estética forman parte de la Filosofía e implican en estos tiempos el estudio del pensamiento (concepto, juicio, razonamiento y creatividad), la mente extendida (Andy Clark y David) en la cultura – sociedad-poder- cibercultura- cibermundo, y como tales enseñan al sujeto cibernético no solo a pensar sino a inventar un pensamiento a construir destrezas. ¿Qué se entiende por destrezas? ¿Es importante para FpN?
(J.M.G.F): Es importante clarificar qué entendemos por destrezas de argumentación o indagación: son aquellas técnicas o estrategias básicas para poder pensar correctamente, para realizar buenas argumentaciones o buenos juicios e indagaciones. Fundamentalmente se deben trabajar destrezas o habilidades como:
ü -Trabajar buenas deducciones e inferencias, es decir, a partir de supuestos generales o universales, obtener una información concreta.
ü -Manejar correctamente los silogismos, que son una forma especial de procesos deductivos en los que, a partir de ciertas premisas dadas, se obtienen ciertas conclusiones.
ü -Realizar buenas inducciones, es decir, obtener una conclusión a partir de un sinfín de casos similares. Una buena inducción está a la base de gran parte de los procesos de conocimientos que realizamos en la vida cotidiana. De hecho, son la base de las generalizaciones, otra de las destrezas que hay que saber manejar.
ü -Entrenarse en detectar las generalizaciones y diferenciar entre las correctas y las abusivas. Esto es necesario porque, de hecho, todo el mundo realizamos a diario y un sinfín de generalizaciones, en nuestra vida cotidiana nos movemos basándonos en un sinfín de razonamientos o de juicios que se apoyan en generalizaciones. Pretender evitar toda generalización es eliminar una de nuestras estrategias cognitivas más básicas en nuestra vida. De ahí que, más que evitarlas, hay que aprender a diferenciar cuando una generalización está más o menos justificada o cuando es claramente abusiva e injustificada.
ü -Trabajar la diferencia entre partes y todo, destreza que no solo tiene importancia en un razonamiento formal, sino que, además, es fundamental cuando hablamos de pensamiento creativo, por ejemplo en los juicios estéticos y del razonamiento moral en el ámbito del pensamiento cuidante.
ü -Ejercitarse en captar las diferencia entre clase y grado. Destreza o habilidad que no es importante en el ámbito del razonamiento formal, sino en la vida cotidiana, en las decisiones y juicios que emitimos día a día.
ü -Potenciar la capacidad de cuestionamiento y de construcción de buenas preguntas. Las llamadas habilidades de cuestionamiento e investigación serían las destrezas básicas necesarias para iniciar y desarrollar los procesos de indagación y de búsqueda de sentido. En este sentido, ser capaces de hacer buenas preguntas, preguntas relevantes o significativas, nos ayuda a preguntarnos por el mundo, la realidad, la vida y por el sentido de nuestra propia vida. Pero asimismo, favorece el desarrollo de la capacidad de auto-corrección e inter-corrección, de cuestionar y preguntar por los argumentos, las razones, las causas, las justificaciones, etc. Si una buena capacidad de cuestionamiento se hace más difícil la indagación acerca de las opiniones, creencias y afirmaciones, de los supuestos que se manejan, y de los fundamentos de las mismas.
ü -Desarrollar el pensamiento analógico, a partir de las metáforas, las comparaciones, las similitudes, etc. En este sentido hay que señalar la importancia del pensamiento analógico y de sus posibilidades para desarrollar otras habilidades fundamentales, como las de ponerse en el lugar del otro, asumir las distintas perspectivas, poder razonar moralmente en situaciones nuevas desde situaciones ya experimentadas, etc. También es oportuno resaltar la cadena relacional que existe entre destrezas tan básicas como son la semejanza y la diferenciación para poder, según van siendo trabajadas, ir mejorando las habilidades de comparación y de relación de modo que se pueda llegar a establecer relaciones analógicas y desarrollar un buen pensamiento analógico. En el caso concreto en que nos movemos, en el contexto de la sociedad multicultural dominicana, es una habilidad fundamental para, ante la diversidad cultural existente, poder acercarnos a ella, comparando ciertas relaciones que se dan entre las diversas culturas y analizar sus semejanzas y diferencias. Evidentemente, no se trata de emitir juicios desde nuestra experiencia o interpretar las nuevas situaciones desde las ya vividas, sino de acercarnos a ellas de un modo relacional abierto y siempre en revisión, como ya he comentado al presentar los presupuestos filosóficos de la propuesta de Filosofía para Niños.
ü -Potenciar la capacidad de interpretación y traducción, lo que favorecerá una buena comprensión de todo el proceso de pensamiento, tanto de la discusión como de los textos y las experiencias, ideas y opiniones que se comparten. Ser capaces de traducir correctamente, en su sentido más amplio, supone poder entender lo que los demás dicen y entender el texto, dar sentido a lo que uno escucha, ve y lee, para lo cual hay que tener en cuenta el contexto y las circunstancias y desarrollar la capacidad de imaginación y de ponerse en el lugar del otro. La capacidad de traducción e interpretación nos permite no sólo explicar mejor lo que queremos decir y sino también lo que nos dicen, traducir de lo confuso a lo claro, de lo ambiguo a lo no-ambiguo, de lo oculto o lo sobreentendido a lo manifiesto, etc.
Todos estos no son más que algunos de los ejemplos de los estilos de pensamiento y de argumentación que, según los contextos o circunstancias, se pueden y se deben ir trabajando y constituyen objetivos concretos a tener en cuenta a la hora de evaluar la implementación del programa de FpN.
La situación sobre el tema de la evaluación como han podido comprender es bastante amplia y compleja. Lo que en FpN se pretende es irse a una valoración cualitativa del proceso de aprendizaje frente a la valoración cuantitativa que está implantada en el sistema educativo actual.
Existen bastantes investigaciones al respecto que podrían clarificar mucho este tema. Citaré dos: La evaluación del Programa de Filosofía para niños en entornos multiculturales. Manual para el manejo de la prueba de “Destrezas de Pensamiento” elaborado por el Dr. Juan Carlos Lago Bornstein con la colaboración del Dr. Eugenio Echeverría y el Mtro. Juan Moreno (San Cristóbal de las Casas, México, 2007) o tenemos el caso de Félix García Moriyón que desde abril de 1995 está trabajando con un equipo de cinco personas en un proyecto de evaluación del programa de Filosofía para Niños.
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