Un total de veintisiete poemas, ordenados según las letras del abecedario, conforman este libro dirigido a los jóvenes e inspirado en los miembros del reino animal.
En sus versos, el laureado escritor, educador y abogado, César Sánchez Beras muestra su gran capacidad creativa haciendo verdadera poesía de nombres tan comunes como la araña o el caimán.
En ellos, la primera se puede llamar Renata, Bernarda o Maritza y hasta hacerse “un vestido, largo y colorido con todas las patas”. Mientras, “el búho se viste elegante, usa gafa oscura y se ha comprado un coche para andar de noche”.
El autor se vale de la rima, la personificación y el humor para describir a cada uno de estos seres vivos, e incluso proveer información pertinente que permite conocerlos mejor. Este es el caso del walabí, pariente de los canguros, pero más “chiquito y saltón”, y el dromedario, al que llama el “Camello de Arabia, rey del desierto y señor de la arena”.
Además, utilizando una especie de diálogo, hace comparaciones entre algunos de ellos:
“-Yo soy el Elefante
-Y yo Escarabajo
-Yo soy un gigante
-Pero yo soy bajo”.
Por su parte, los bien vestidos faisán y flamenco son muy festivos, y “fueron invitados a un famoso baile de recién casados”. Mientras que el gallo madruga y “despierta la mañana”, para anunciar otra “fiesta más temprana, alegre y multicolor”: el amanecer.
En vez de un terrón de azúcar, la hormiga de Sánchez Beras prefiere el diccionario “donde encuentra un mar de palabras y miles sonidos”. Aunque más pretenciosa es la abuela jirafa, que no se conforma con su estatura y por eso “se compró unos zancos, para ver el monte desde lo más alto”.
Sin embargo, también desde el fondo del agua se puede ver “un universo, hermoso y diverso con peces y algas”, donde viven felices el manatí, el carite y la cornuda.
Los versos del diestro escritor cantan a animales de todo el planeta, algunas veces no tan comunes como la xenoligea o cigua blanca que sobrevuela el horizonte al comenzar la mañana, en lo que la serpiente hace su recorrido por el monte, “escondiendo en su piel secretos y voces de tiempos pasados que nadie conoce”.
Pero si queremos descubrir aún más, este singular libro cuenta con un glosario que aclara cualquier duda que tengamos acerca de sus protagonistas.
Con su obra, César Sánchez Beras sigue demostrando que es todo un maestro, que con humor, ingenio y un extraordinario juego de palabras, entretiene, enseña e inspira en la musicalidad de sus versos, a amar y valorar la vida a través de la poesía.