En apenas unos cuantos años la fotografía ha sobresalido de manera extraordinaria, convirtiéndose en parte integrante fundamental de nuestra vida cultural, más vigente que los conocimientos de la lectura o la escritura. El mundo digital ha podido convertirnos, a todos, en hacedores de imágenes fotográficas. Basta apretar un botón, utilizar caterva de filtros y aplicaciones a nuestra disposición, para trocar cualquier composición captada en iconografía inconcebible en el espacio-tiempo anterior a la fotografía digital. Nos hemos empinado para alcanzar esa nueva imagen fotográfica de la híper modernidad, que nos convierte en voyeristas y cronistas de esta sociedad de la imagen y el consumo.
La cadencia de tiempo e inmediatez surrealista de nuestro folclórico país, se conjugan de manera milagrosa para hacer llegar a mis manos catálogo e imágenes de la exposición: “ The HOLE Barrio”, del artista gráfico dominicano residente en New York, Alexis Guerrero. Establecí amistad con este artista, perteneciente a esa generación de creadores dominicanos de los ’80, cuando este laboraba en la Editora Alfa y Omega, de Santo Domingo. Rememoro que formaba parte del equipo de grafistas y diseñadores que laboraban en esa empresa, entre los que descollaban el caricaturista José Mercader y el siempre recordado ilustrador (fallecido) Amaury Villalba.
Alexis se convirtió en asiduo visitante de mi estudio y del grupo de Artes Plásticas y Afiches que yo tutelaba en el Departamento de Extensión Cultural, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Creo que el entusiasmo por las expresiones gráficas en las artes visuales, fue pieza fundamental de esa argamasa que consolido nuestra amistad a través del tiempo.
Obtuvo un primer lugar en el concurso de carteles “Por la Paz” (1983), celebrado en Santo Domingo. El premio fue un viaje a Praga, donde quedó impresionado por la calidad técnica y académica de la Universidad de Artes Aplicadas de esa ciudad. Un año mas tarde ingresa a esta universidad checoslovaca, para convertirse años después, en el segundo latinoamericano egresado de sus aulas. Emigra hacia los Estados Unidos, concretamente a la ciudad de New York, en donde reside actualmente, integrándose activamente a una parte de esa diáspora dominicana de creadores visuales radicados en esa importante urbe del mundo, con pasión común por la obra gráfica.
Como artista, Alexis ha experimentado con diversas técnicas de estampación y ha aplicado recursos variados para el logro de sus producciones artísticas, seriadas o no, tomando como eje esencial el recurso fotográfico para el desarrollo de sus propuestas creativas. Con capacidad y conocimiento de los recursos tecnológicos que nos aporta la híper modernidad, no duda en abordar con interés experimental y creativo, recursos analógicos fotográficos del pasado que pudieran lucir obsoletos, en una época de híper abundancia tecnológica y facilismo creativo; Alexis nos apunta: “La motivación de este trabajo es una respuesta a la inmediatez de la fotografía digital, al hecho que hoy día todo el mundo es fotógrafo, es una reflexión, volver al principio de la fotografía y replantear la creación de la imagen fotográfica en sus términos simples y primitivos”.
Es así, que para la experimentación expositiva usada en “THE HOLE Barrio”, se apoyara en el uso de cámaras estenopeicas 1 manufacturadas por él , para obtener imágenes fotográficas experimentales novedosas, cargadas de una atmosfera misteriosa, en donde los desenfoques retozan con nuestros sentidos para seducir nuestra atención y motivarnos a la descodificación de lo visualizado. La visión de su entorno neoyorquino a través de un “hoyito”, por donde pasa la luz para convertirse en imagen sobre la superficie fotosensible, es un homenaje y aprecio a esa fotografía de finales del 1800, a esa estética de la fotografía pictórica donde ciertos desenfoques daban esa sutileza que les identificaba.
El artista nos detalla entusiasmado especificidades de sus cámaras: “Al principio experimenté con cámaras bastante simples, como latas de maní usando papel en vez de película. Limitado con la latitud del papel fotográfico, la lentitud y limitaciones que esto implicaba, pues tenia que cargar la cámara en el cuarto oscuro y luego salir para hacer UNA solo foto.”
Pronto empecé a adaptar cámaras antiguas de formato medio (film 120) , usando el mecanismo de la parte trasera que maneja la película, desmontando toda la parte delantera del lente y construyendo mi propio estenopo y obturador, de esta manera podía hacer varia fotos por rollo sin tener que meterme en un cuarto oscuro para cargar de nuevo; La latitud de la película y el detalle era infinitamente superior al negativo de papel.
Luego pasé a una parte mas compleja, o sea diseñar la cámara completa, como la nautilus 120, esta es una cámara muy especial, tiene un porta negativo circular tipo tambor en su interior, puedo hacer solo 4 fotos de un rollo 120, tiene tres estenopos que puedo abrir al mismo tiempo o componer la foto en tres momento diferentes en el mismo cuadro, todo esto imaginándote lo que estas haciendo pues estas cámaras no tienen visor.”
Es encomiable la pasión y el entusiasmo que desborda, al comentar estos y otras realizaciones gráfica en las que se encuentra trabajando. Los resultados evidenciados en su obra artística muestran ese alto nivel técnico y creativo de sus realizaciones, en la que el facilismo no tiene cabida. Es una obra pensada y creada por un oficiante reflexivo con sus planteamientos estéticos, que articula en su lenguaje iconográfico la visión, en dialéctica evolutiva ascendente, del realizador contemporáneo que se empina en el pasado para darnos nuevas perspectivas y enfoques de la creación artística.
- Cámara estenopeica o pinhole (inglés): (del griego στένω/steno estrecho, ὀπή/ope abertura, agujero) es una cámara fotográfica sin lente, que consiste en: A.- una caja estanca a la luz, B.- con sólo un pequeño orificio por donde entra la luz, el estenopo. C.- un material fotosensible en donde se imprimira la imagen que se capta por el estenopo.