México, 11 abr (EFE/Denisse Torres).- A sus 64 años Alex Lora, máximo exponente del rock mexicano, nunca imaginó "rocanrolear" durante casi medio siglo junto a su banda El Tri, que define como los "Rolling Stones" mexicanos.
El cantautor y vocalista de la banda dijo a Efeque los asistentes a "un concierto de los Rolling Stones en cualquier parte del mundo son de su misma edad, casi no hay jóvenes, y con El Tri hay muchas generaciones presentes".
El estilo callejero, la vida urbana y la crítica al sistema fueron elementos que convirtieron a The Rolling Stones en 1962 en el ejemplo de las bandas de rock en México y el mundo.
Las matanzas estudiantiles de Tlatelolco (1968) y el Halconazo (1971) seguían frescas en la memoria de los mexicanos y el gobierno, la prensa y la sociedad las usaron para censurar y relegar al rock a la oscuridad de los "hoyos funky" por más de una década.
Influenciado por las corrientes musicales de las ciudades fronterizas mexicanas, Lora inició su carrera con Three Souls In My Mind, en 1968.
"Las bandas normalmente tocaban canciones originales en inglés combinando con español", recuerda.
Señala que el Festival de Avándaro, realizado los días 11 y 12 de septiembre de 1971, que ha sido comparado con el de Woodstock en Estados Unidos, "era una carrera de coches a la que invitaron a los grupos más representativos de la 'onda chicana' para atraer más gente".
El rock era más popular que los autos y la carrera se canceló pues la zona de autos estaba ocupada por tiendas de campaña de los asistentes.
"Musiquetes ridículamente vestidos y drogados incitaban a la juventud a cometer desmanes", cita al recordar los titulares de periódicos en esos tiempos.
Las matanzas estudiantiles de Tlatelolco (1968) y el Halconazo (1971) seguían frescas en la memoria de los mexicanos y el gobierno, la prensa y la sociedad las usaron para censurar y relegar al rock a la oscuridad de los "hoyos funky" por más de una década.
Lora rememora con ironía "el rock mal visto, un género extranjerizante y ajeno a la identidad que el gobierno no podía permitir; (era) música incitadora a todo lo malo".
El escritor Parménides García fue quien llamó "hoyos funky" a los espacios donde "el rock mexicano sobrevivió a la época de la represión a nivel subterráneo de Avándaro hasta mediados de 1980 con el movimiento rock en tu idioma".
Años después, el grupo se consolidó como El Tri; con 15 discos en español y la llegada de bandas hispanas, volvieron a ver la luz de los escenarios.
"Todas las bandas que existíamos en aquella época pudimos salir un poco más a la luz y llevar nuestra música a un mayor número de oídos y participación de mujeres", refiere.
La banda se convirtió "sin pensarlo" en pionera del rock & roll nacional. "La apertura musical abrió paso a la segunda camada del rock con los Amantes de Lola, Caifanes, Café Tacvba, entre otros", añade.
"Cuando empecé, nunca imaginé rocanrolear por 48 años, ni ser reconocido en Estados Unidos y Perú, ni ser portador de la antorcha olímpica en Londres 2012″, señaló el músico que ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria.
A finales de 2016 el gobierno capitalino emitió 10 millones de billetes del metro para conmemorar su carrera y este año inspirará a un grupo de artistas urbanos que pintarán un mural dedicado al rock mexicano en un inmueble de la ciudad.
"Los artistas deben pintar Avándaro, la represión, los hoyos funkies, la pirámide de Teotihuacán, el transporte público y otros elementos representativos de la capital", señala.
"Mi música sigue en el corazón de la raza", asegura orgulloso este compositor de un amplio abanico de canciones en los que aborda temas que van desde el amor hasta el fútbol, pasando por asuntos como la pobreza, los indocumentados, los impuestos y la corrupción.
"Ningún político se salva", a través de sus canciones ha criticado a muchos presidentes mexicanos, pero también estadounidenses.
Su quincuagésimo disco incluye canciones dedicadas a las madres, al centenario de la Constitución mexicana, al aumento de los combustibles de enero pasado -conocido en el país como gasolinazo-, a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y al presidente estadounidense, Donald Trump.
"No somos como los políticos que están peleando y muy prendidos para el 2018 (cuando se celebran elecciones presidenciales); no estamos pensando qué va a pasar en el 50 aniversario, ¿quién te dice que Trump se pone loco, se enoja, se pelea, avienta unas bombas y todos morimos?", comenta Lora. EFE