SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El excomandante constitucionalista Pedro Bonilla narra los sucesos del 15,16 y 17 de junio de 1965. Resalta el rol desempeñado en el Comando B3 por el combatiente internacionalista Jacques Viau Renaud. Recuerda la advertencia de Caamaño a los invasores de que si intentaban tomar por asalto la Zona Constitucionalista la iban encontrar hecha ceniza. Chino Bujosa narra sus vivencias de estos días.
El 16 y 17 de junio de 1965, la Zona Constitucionalista fue agredida militarmente por las tropas de ocupación de los Estados Unidos con el objetivo de ocupar la ciudad intramuros, territorio libre donde se concentraba el ejercito caamañista y los miles de combatientes civiles que se incorporaron al estallido de la revolución del 24 de abril de 1965.
Ese día el pueblo dominicano, defendió con arrojo la soberanía nacional que fue pisoteada el 28 de abril cuando más de 42 mil marines invadieron el país para impedir el triunfo de la revolución constitucionalista.
Fui uno de esos jóvenes que identificado con el lema de ‘’Dulce y decoroso es morir por la patria, enfrenté la embestida criminal de los intrusos que pretendían doblegar las ansias de libertad y de soberanía que se expresaba de manera excelsa en el pedazo de territorio que el poeta Abelardo Vicioso llamó en su poema ‘’Santo Domingo Vertical’’.
Recuerdo que estaba cumpliendo con mi responsabilidad de soldado de la patria en el Comando Euclides Morillo que dirigía el comandante Pichy Mella cuando al medio día de ese 16 de junio el compañero Guaroa Ubiñas y yo íbamos a una misión al Comando de Colis Postal que estaba bajo los mandos de Ulises Cerón y Toribio Peña Jaquez. Cuando el vehículo que conducía recibió una lluvia de balas disparada desde la azotea de Los Molino. Paramos la marcha y abandonamos el vehículo arrastrándonos en el asfalto y ocultándonos detrás de decenas de tanques que estaban colocados a orilla del paredón de la Fortaleza Ozama. Así llegamos al Comando donde el comandante Pichy Mella nos esperaba ordenándonos a todos a protegernos de los morteros y tiros que caían al granel.
Cerca de la 6 de la tarde, casi anocheciendo, el compañero Ulises Cerón, que estaba en el Comando de Colis Postal paso frente al Comando a mucha velocidad en un jeep desde donde nos voceaba ¡Retírense que los yanquis ya están en la Puerta de San Diego! De inmediato, Pichy Mella nos reunió a Julio Cesar Montandon, Guaroa Ubiñas y otro combatiente azuano de nombre Godofredo para que lo acompañáramos con sendos galones de gasolina a incendiar el almacén de aduanas que estaba frente al comando.
Fuego en las aduanas
La operación se venía a cumplir con una frase de Caamaño que les había advertido a los invasores que si intentaban ocupar por asalto la zona Constitucionalista iban encontrar a Santo Domingo convertida en cenizas.
El incendio se extendió por otras naves deteniendo la ofensiva de los invasores mientras nosotros nos atrincheramos en el Parque Pellerano Castro que está detrás de la Comandancia del Puerto donde estaba el Comando Euclides Morillo. Ahí pernotamos en vigilia toda la noche en prestos a perder la vida si era necesario defendiendo nuestra soberanía.
Recuerdo que esa fue la noche más larga del mundo. Estuve en trinchera con un fusil Zenith español presto a disparar a cualquier invasor que osara romper los limites de la ciudad liberada.
El amanecer se presentó lluvioso y estando aún en la trinchera recuerdo colocada frente al referido Parque se presentó el coronel y jefe de la revolución Caamaaño Deño acompañado de Héctor Lachapelle , Héctor Aristy, Gerardo Marte, Claudio Caamaño e Illio Capocci entre otro lugarteniente que lo acompañaban en un recorrido por la zona inspeccionando los daños ocasionados y la cantidad de muertos y heridos que provocó el frustrado intento de asalto solo ideado con el propósito de chantajear a los jefes del gobierno constitucionalista para que firmaran el Acta Institucional que ponía fin a la guerra.
Ya controlada la situación escuchamos el discurso de presidente Caamaño donde daba detalle del balance de muertos y heridos ocasionado por la agresión de los invasores y exhortaba al pueblo combatiente a permanecer vigilantes con la moral en alto.
Fue en esa mañana lluviosa de junio que me dirigí a saber de mi madre y hermanos como a visitar el hospital padre Billini donde yacían en los pasillos del hospital decenas de cadáveres y heridos en su mayoría de la población civil cuyas viviendas fueron impactadas por los cañones de 105 milímetros y los morteros disparados a mansalva sin importarles las muertes de niños y mujeres inocentes.
Fue muy triste para mí ver los cuerpos de varios cadáveres y de personas heridas tirados en los pisos de los pasillos ensangrentados. Y ver en la morgue varios cadáveres destrozados llamándome mucho la atención el de una joven mujer con su hijito de apenas tres años a su lado.
Cadáveres despedazados
Les confieso que me retire del hospital horrorizado, pero con más firmeza para combatir al invasor.
Luego de esta cobarde agresión de la que me salve, igual como sucedió en el asalto a la fortaleza Ozama, visite a mi madre en la Calle Arzobispo Nouel esquina Santome, en el tercer piso de un edificio que todavía esta en el mismo lugar y donde funcionaba un Comando operativo y logístico.
En este comando vi en dos ocasiones reunirse a la Comisión Política del IJ4. Mi madre al verme después de varios días sin saber de mí, me abrazo con mucha ternura aconsejándome que me cuidara pues no soportaría una muerte más en la familia.
20 años después
A 20 años de conmemorarse esta fecha, entreviste en mi condición de periodista de El Nuevo Diario al comandante Pedro Bonilla, jefe civil militar del Comando B3, organizado por el 14 de junio, en la calle Vicente Noble con Méjico, donde hoy esta la Pastoral Juvenil.
Quise conocer el testimonio de Bonilla sobre su participación en esa unidad de combate donde compartía los mandos con Jacques Viau Renaud, poeta y combatiente internacionalista haitiano, Diomedes Mercedes y Norge Botello.
Comenzamos la conversación narrándome atribulado la muerte de Jacques Viau el que vio caer, junto a él herido mortalmente tras ser alcanzado por varias esquilas de morteros que impactaron cerca del Comando donde se encontraba con Viau dándoles instrucciones a varios combatientes.
Me confesó, todavía atribulado, que al ver a Viau desangrándose con sus extremidades destrozadas, llamó a otros compañeros para que lo levantaran y lo llevaran en una ambulancia a un hospital cercano. Cuando los combatientes iban a socórrelo Viau le dijo ¡No atiendan primero al comandante Bonilla! Mandato que no fue atendido trasladando sus cuerpos, en una ambulancia al Hospital Padre Billini.
Ya en el hospital, ambos fueron sometidos a cirugía con la triste noticia de que a Viau hubo que amputarles las dos piernas mientras las de Bonilla fueron salvadas por un milagro, aunque quedando con lesiones permanentes hasta el día de su muerte.
Bonilla confesó con los ojos bañados en lágrimas que cuando recibió la infausta noticia del fallecimiento de Jacques Viau sintío una profunda pena pues se trataba de un ser humano extraordinario que había contribuido con su inteligencia y experiencia a la organización del Comando B3 donde demostró ser un estratega militar. Lo que pudo comprobar cuando al escucharlo plantear la necesidad de crear una gran coordinación con los demás comandos de los sectores de Santa Barbara, San Carlos, San Antón, San Lázaro, San Miguel, Villa Francisca, Borojol, los de la Isabela Católica, donde operaba el Comando Luperón dirigido por el comandante Méndez y sus hijos, William, Marino y Emna y los que estaban en el Puerto Ozama dirigidos por comandante Ulises Cerón, Peña Jaquez y Pichi Mella para presentarle una blindada resistencia al invasor si intentaba, como se comentaba, tomar por asalto la Zona.
Botello comandante del B3
Recuerda Bonilla que al quedar fuertemente afectado por las heridas recibidas no podía seguir en la comandancia del Comando B3 por lo que tras consultar a la dirección política del partido esta le sugirió designar a Norge Botello. Situación embarazosa que podría molestar a Diomedes Mercedes que era el segundo en mando. Pero que al hablar con éste y explicarle que la mayoría de los combatientes del comando eran del I4 de junio y el del Partido Socialista Popular (PSP) era lógico que quien lo sustituyera fuera Botello. Dijo que Mercedes, demostrando una alta dosis de humildad acepto la decisión.
IJ4 realiza reunión
Al preguntarle sobre el rol desempeñado por el I1 de Junio en la guerra reveló que el 26 de abril, dos días después del estallido popular del 24 de abril, la dirección Central del IJ4 celebró una reunión donde estableció dos (2) centros de mandos principales; uno en Ciudad Nueva y el otro en la calle Caracas casi esquina Altagracia, en la residencia de la compañera Mela. A estas unidades de combate, en orden jerárquico, les seguían los dos comandos establecidos en la parte norte de la ciudad bajo el mando de Roberto Duvergé y Cocuyo Báez. Entre esas decisiones las más altas responsabilidades recayeron en Fidelio Despradel y el Ing. Jimmy Durán a quienes se les asignaron la máxima representación política con categoría para discutir, coordinar y planificar con los jefes militares constitucionalistas y con el Partido revolucionario dominicano (PRD) en la persona de su dirigente José Francisco Peña Gómez. Mientras que a Julio de Peña Valdez y a otros miembros del Buro Obrero se les responsabilizó de la orientación y movilización de los trabajadores.
Recordó que Juan B. Mejía y Fafa Taveras fueron encargados de la propaganda, a este último se les asignaron las tareas militares junto a Juan Miguel Román que era el encargado de la dirección militar en el área de Ciudad Nueva, desde la costa del mar Caribe hasta la calle El Conde y la Avenida Bolívar.
Mientras que a Luis Genao Espaillat se le dio la responsabilidad de los trabajos militares y políticos en la demarcación del área comprendida entre la calle del Conde y la Avenida Mella. Y a Roberto Duvergé se les asignaron los trabajos políticos militares desde la calle Amado García Guerrero y María Montez. El ingeniero Rafael Báez Pérez (Cocuyo) fue responsabilizado del trabajo político militar desde la María Montez hasta abarcar toda la zona norte. Y a Homero Hernández, Sostenes Peña Jaques y Rodrigo Lozada Gullón se ocuparían de extender la guerra hacia el interior del país. Amaury Germán actuaría junto a Juan Miguel Román. Mientras que a Pedro Bonilla se le responsabilizó del área de Villa Francisca y San Carlos, en una demarcación territorial que iba desde la Avenida Mella hasta la calle Amado García Guerrero.
Otras responsabilidades cayeron en Amaury Justo Duarte quien fue designado por la dirección del 1J4 a participar como asesor del Comando Militar de San Carlos donde estaban los militares constitucionalistas. Henry Acosta, Emilio Herasme Peña y Pin Montás se les encargó del Comando Avanzada "A" que pertenecía a San Carlos. Alexis Licairac lo designaron como asesor en el Comando Pedro Cadena. Mientras que a Pichy Mella, Toribio Peña Jáquez, Piti Wellemount, José-chino- Bujosa Mieses, Ulises Cerón y Guaroa Ubiñas fueron ubicados en el área del Puerto Ozama entre la Comandancia del Puerto hasta la Puerta de Don Diego. Evelio Hernández, Bienvenido Leal Prandy, Arnulfo Reyes, Baby Mejía, Norge Botello fueron designados al Comando Central del IJ4, de la calle José Gabriel García entre Estrelleta y Cambronal, de Ciudad Nueva. Amín Abel Hasbún lo ubicaron como Comisario Político en el Comando de la Zona Norte que dirigía Cocuyo Báez, de esta forma quedaron distribuidos los cuadros más importantes del 1J4.
Combatientes Civiles
Bonilla afirmó que los civiles que se ganaron el rango de comandantes y de heroicos combatientes fueron por su arrojo patrio y por su correcta dirección y mando exhibido en las diversas batallas de la guerra y en misiones peligrosas. Dijo que entre ellos surgieron hombres y mujeres muy valientes, misionando entre ellos y ellas a compañeros (as) del IJ4 y de otros partidos, pero resaltando el rol desempeñado por héroes de la población civil surgida en los combates. Dijo que puedo pecar olvidando algunos de ellos, pero quiero resaltar a Ramón Mejía (Pichirilo), Eliseo Andújar (Barahona), Arturo Duvergé, Oscar Santana, Fafa Taveras, Juan Miguel Román, Evelio Hernández, Pichy Mella, Fico Orcini, Orlando Mazara, Lozada Gullón, Sostenes. Peña. Jaques, Baldemiro Castro, Maximiliano Gómez (El Moreno), Otto Morales, Henry Segarra, Jacques Viau, Diomedes. Mercedes, Norge Botello, Homero Hernández, Eligio Antonio Blanco Peña, José Chestaro Castro, Monchín Pinedo, Rafael Báez Pérez (Cocuyo), Ulises Cerón, Bienvenido Leal Prandhy (La Chuta), Virgilio Perdomo, Amaury Germán, Luís Parris, , La Boa, Baby Castillo, Baby Mejía, Virgilio Bello, Piky Lora, Teresita Espaillat, Magaly Pineda, Sagrada Bujosa, Aniama Vargas, Cristinita Díaz Brunilda Amaral, Chino Bujosa, Amín Abel, Asdrúbal Domínguez, los hermanos Conde, Manolo González, Gladis Borrell, Mercedes Rivera, Pedro Mena, Barbarín Mojica, Wellington Peterson, Fidel Guzmán, Rafa Gamundi Cordero, Carlos Campusano, Ángel Muñiz., Piti Woellemón, Roberto Cassa, Asdrúbal Domínguez, Julio de Peña Valdez, Alexis Licairat, Sonnia Vargas, Manuel de Jesús Checo Loubrier, Pata Blanca, Julio de Peña Valdez, Barbarin Mojica, Pipi Matos, los hermanos Conde, Manolo González, Mercedes Rivera, Pedro Mena, , Wellington Peterson, Fidel Guzmán, Rafa Gamundi Cordero, Carlos Campusano, Roberto Cassa, Julio de Peña Valdez, Alexis Licairat, Sonnia Vargas, Eligio Blanco Peña, Pipi Matos, Tina Bazuca, las hermanas Paniagua, los hermanos Morales, , los hermanos Pichardo, Benjamín Bujosa, Ivelises Acevedo, Fiume Gómez, las hermanas Vargas, Nercy Ogando y cientos más de combatientes que dijeron presentes en esos días febriles que la patria ofendida requería de sus mejores hijos
También hizo referencia a una reunión que se celebró la noche del 27 de abril en el Comando Central del IJ4 de la Calle Caracas citando entre los asistentes a Maximiliano Gómez (El Moreno), Fidelio Despradel, Jimmy Durán y Mochín Pinedo donde se trataron temas relacionados con la inminente invasión de los marines yanquis.
Maximiliano Gómez
Recuerda, Bonilla que el Moreno demostró una gran lucidez al analizar la programada y esperada invasión, la cual si se producía iba a cambiar el contenido de la guerra ya que esta pasaría de guerra civil a guerra Patria. y al efecto planteó que había que extender la guerra de resistencia hacia el campo y las demás ciudades del interior del país, advirtiendo que de no producirse iba a crear vacilaciones y deterioro en la moral de algunos constitucionalistas, con efectos colaterales entre algunos de los militares que habían apoyado la revolución desde un principio. – ¡Tal y como sucedió! —
.En ese tenor, Bonilla resaltó el papel jugado por El Moreno tanto en este proceso de lucha contra el CEFA y los marines yanquis como en los años posteriores a la guerra de abril frente al Gobierno del ex -presidente Joaquín, Balaguer.
Su participación
En cuanto a su participación en la guerra, afirmó que se propuso cumplir – y así lo hizo-, con las tareas política y militar que les fueron asignadas por su partido, las cuales se correspondían también con su formación y nivel de conciencia-política.
Genao Espaillat
Sobre el rol desempeñado en la guerra del exdirigente del 1J4 Luís Genao Espaillat, dijo que éste abandonó las tareas que le asignaron y que luego fue detectado como un agente del enemigo infiltrado en el Comité Central del IJ4. Afirmando que la infiltración de Genao se produjo mucho antes de la insurrección guerrillera de 1963, al tiempo de recordar que Genao fue el hombre que se ocupó de destruir las estructuras dirigencia les del IJ4 en todo el país, ya que ocupaba el cargo de secretario de organización. Con esa estratagema perseguía dificultar la resistencia efectiva en las ciudades en el caso que se produjeran levantamientos guerrilleros, tal y como sucedió. –
En relación a la participación de Fafa Taveras, dijo que éste se integró a las tareas militares, junto a Juan Miguel Román, a la vez que realizaba labores propagandísticas. Y que ascendió como líder militar, tras la caída en combate de Juan Miguel Román, el 19 de mayo de 1965, en el asalto al Palacio Nacional. Subrayando que en esta batalla perdieron la vida, además, los dirigentes del IJ4, Juan Miguel Román, Euclides Gutiérrez, Ramón Tavares, José Jiménez y el soldado instructor de los Hombres Ranas, Illio Capocci.-
Operación limpieza
Recordó que, tras producirse la intervención yanqui, las tropas de ocupación reorganizaron al CEFA y lanzaron la "Operación Limpieza" en la parte Norte de la ciudad que ya se encontraba debilitada al reducirse el abastecimiento de armas y alimentos a causa del cordón militar creado por los invasores para dividir la Zona Norte de la Sur. Situación que obligó a los comandos del IJ4 que operaban en esa zona a desplegarse o retirarse hacia la parte Sur donde operaba el mando supremo de la revolución. Entre los dirigentes del IJ4 que desempeñaban funciones políticas y militares en esa zona estaban: Roberto Duvergé, Amín Abel, Aniana Vargas, Cocuyo Báez, Fidel Guzmán, Carlos Campusano, Rafa Gamundi Cordero y otros.
Fallidos intentos de extender la guerra
Al colapsar la resistencia en la zona norte, Bonilla recuerda que se hicieron varios intentos por extender la guerra hacia el interior del país, pero todos fracasaron. Uno de ellos fue en la Región Este en el municipio de Ramón Santana donde se intentó tomar por asalto el cuartel policial en la intentona participaron, Enriquillo –Tony- Beato, Ramón Martínez (Macorís) y otros combatientes que tuvieron al punto de perder la vida al ser detectados por tropas regulares del Ejercito Nacional.
El otro intento fue el de San Francisco de Macorís, cuyo objetivo era tomar la Fortaleza Militar. En la frustrada acción perdieron la vida los dirigentes del IJ4, Pasito Polanco, Sostenes Peña Jáquez, Franklin Duarte, Francisco Núñez (La Garza), Franklin de la Rosa, José Jiménez (Carañao), Abraham Vargas (Abrancito), Ballardo Jiménez, Jimmy Vargas, Chepe Sánchez, Baldemiro Castro (del MPD), Lozada Grullon, Jinmy Núñez, y un Sargento E.N. apellido Mendoza. Y cayeron prisioneros al borde de ser fusilados: Eligio Antonio Blanco Peña, Virgilio Perdomo, Franklin Rancier y Titico Cerón. Otro intento, fue el de extender la guerra a la región Sur donde participaron Dante Polanco, hijo de Pasito, entre otros. El otro intento que resulto un doloroso y triste fracaso fue en la región Sur concretamente en Azua y Baní en el que participaron Jimmy Durán y Arsenio Ortiz. Este último fue hecho prisionero y fusilado sin que hasta ahora se reconozca el lugar dé sus restos. Jimmy Durán pudo escapar milagrosamente. Iguales fracasos se produjeron en Santiago, la Vega y Cotuí sin éxito alguno.
Los fracasos y el cordón de seguridad
Después de estos fracasos militares, la resistencia contra el invasor se redujo por los efectos del Cinturón de Seguridad y las treguas impuestas por los organismos internacionales para forzar a una negociación que culminara con el fin de la guerra, como finalmente ocurrió.