Título original: Whiplash. Género: Drama. Dirección: Damien Chazelle. Guión: Damien Chazelle. Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair. Duración: 1 hora 43 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

La música y el cine siempre han estado unidos por un lazo mágico y efectivo. Y prueba de esto se puede verificar en la magnífica “Whiplash” dirigida por un joven director que apenas había rodado “Guy and Madeline on a Park Bench” (2009) y el cortometraje el cual ganó el premio del jurado en el festival de Sundance en 2013.

Ese corto fue el que inspiró luego esta película y, en esa ocasión, gran parte de su impacto se le debió a la actuación de J.K. Simmons, quien repite en este largometraje.

La historia a contar se refiere a las intenciones de Andrew Neiman, un joven y ambicioso baterista de jazz, quien desea tener éxito en su carrera. Pero para esto se tiene que enfrentar a Terence Fletcher, un profesor conocido por sus rigurosos métodos de enseñanza.

Ambos construirán un escenario donde los límites de la educación y de la presión psicológica se entremezclan en un punto peligroso para ambos.

Fletcher  empuja la capacidad de Andrew por los límites de la violencia física y verbal para conseguir de él la forma más pura de la interpretación jazzística.

Esa relación profesor-alumno se torna cada vez más tortuosa por la voluntad de ambos de lograr ese objetivo, relativamente inalcanzable.

Fletcher busca encontrar la perfección en Andrew, mientras que Andrew busca la perfección de su propia obsesión.

Aquí el director Chazelle, buscando en sus propias experiencias de baterista de jazz, deja caer las notas precisas dentro de este cuadro dramático para empujar el drama hasta los límites narrativos necesarios.

Aquí el jazz queda posicionado dentro de un protagonismo que indica el amor que el director le profesa a este género, trayendo en homenaje total a Buddy Rich, baterista ícono dentro del mundo del jazz y las notas musicales de piezas como Whiplash y Caravan, de Hank Levy y Duke Ellington, respectivamente.

J.K. Simmons, como el profesor, ofrece una soberbia actuación que no deja ningún espacio vacío para que personaje ocupe la proporción adecuada dentro del contexto de la historia.

Mientras que Miles Teller, como el joven alumno, toma su posición  defensiva para contrarrestar los embates que le provoca Simmons.

Al final es una obra que consigue su propósito primordial, la de  manifestar un argumento cargado de fuerza musical y excelentes actuaciones.

Realmente un deleite tanto para los oídos como para el alma.