Título original: Vice. Año: 2018. Género: Drama. País: USA. Dirección: Adam McKay
Guión: Adam McKay. Elenco: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Jesse Plemons. Duración: 2 horas 12 minutos
Al director Adam McKay se le puede agradecer la renovación de la sátira contemporánea gracias a aquellos ejercicios narrativos y formales que incluyó en su anterior propuesta “La gran apuesta” (The Big Short, 2015) donde expuso la crisis financiera sufrida en los Estados Unidos con un tono tan audaz como comprometido.
Para este caso, continúa con su exploración a los caudales informativos que se han producido en la rivera política estadounidense de los últimos años explicado a través de una de las figuras públicas más confusa y enigmática como lo es Dick Cheney, un hombre de negocios que se convirtió en el 46º vicepresidente de los Estados Unidos bajo el mandato de George W. Bush y, como muchos dicen, el que manejó todos los hilos de poder de la Casa Blanca durante ese período presidencial.
“El vicepresidente: más allá del poder” (Vice) explora, precisamente, la historia real sobre cómo Dick Cheney, ese callado burócrata de Washington, acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo como vicepresidente de los Estados Unidos.
Pero también el filme sirve para contar la historia política de los Estados Unidos desde el Watergate hasta el 11S, bordeando las acciones más trascendentales en las decisiones que tuvo que tomar Cheney en cuanto a varios momentos de la crisis política que desató la invasión a Irak.
Con un estilo frenético, de alegorías y alusiones referenciales a cuestiones de la vida misma norteamericana, “Vice” se compone de una estrategia argumental que sitúa la película dentro de un nuevo tono a los llamados biopics o películas biográficas que, sin recaer completamente en el género, es un tremendo ejercicio de examen de la clase política, del detrás del escenario del poder en su perspectiva más hipócrita y trivial.
McKay nada, en algunas ocasiones, contra corriente para situar el filme por los distintos caminos en que se puede sondear sin tener en consideración si la figura expuesta puede resultar simpática o no ante el público.
Chistian Bale, una vez más, no le ha importado transformar su físico para caracterizar a un Cheney en su gesto más formal, aunque dejando escapar fisuras de un hombre también sombrío en su nivel personal y público.
A través de ciertos gestos e inflexiones, Bale trata de aproximarse en lo físico y psicológico dejando una interpretación altamente profesional en cuanto a la integridad de su personaje.
“Vice” es un cine audaz, provocador y directo que se empina, sin contemplaciones, por los hilos del poder y aquellos que la sustentan.