El titulo de este filme viene a rememorar aquella protagonizada por Charles Bronson, filme donde la venganza era la justificación para la historia.

Ahora, con Nicolas Cage, la justificación también sigue siendo la venganza, pero nada tiene que ver con esta que menciono.

Parece ser que a Cage le gusta eso de andar pegando puñetazos y sus más recientes filmes han ido por esa tesitura. Comprendo que todavía no ha perdido el estilo de personificar personajes con estas características, pero ya está cayendo un poco en el hartazgo.

La premisa de este filme es simple: Nicolas Cage interpreta a un profesor de una escuela de New Orleáns que llevaba una vida tranquila hasta el día en que su esposa es abusada y golpeada.

Cuando está en el hospital y lleno de rabia por lo sucedido, un completo extraño le ofrece castigar al responsable, con la condición de que él le devuelva el favor cuando se lo requiera.

Sin pensar mucho él acepta sin medir más tarde las consecuencias que esto le hacer cobrar, puesto que una compleja e intricada red de justicieros lo obliga a cumplir ciertos encargos para que elimine a otros.

Aparentemente el filme camina por caminos trillados y hartos conocidos, pero la pericia del director Roger Donaldson (Cocktail, Especies) la hace someramente llevadera.

El puesto que escoge Cage para su personaje lo hace potable para el público. En lo personal él no me cae mal y creo que todavía pueda dar mucho más que estos estereotipados personajes.

Si desean ver un thriller convencional, pero entretenido, “Vengador anónimo” puede ser una opción.