No es la primera vez que el realizador Dennis Dugan dirige a Adam Sandler. Anteriormente lo hizo en "Son como niños", "No te metas con Zohan" y "Yo los declaro, marido y…Larry".
Al igual que las cintas anteriores, Dugan y Sandler se han convertido en un equipo que ha significado la producción de comedias un tanto hilarantes, pero flojas en su argumentación.
En este caso "Una Esposa de Mentiras" (Just Go With It), es una comedia romántica donde Sandler se hace acompañar de Jennifer Aniston para recrear la historia de Danny, un cirujano plástico el cual finge estar casado y por el cual se encuentra pasando a la vez por momentos muy tormentosos en su relación para así ganarse la compasión de bellas mujeres.
Pero un día conoce a una joven con quien empieza a enamorarse realmente e intenta urdir una trama teniendo a su secretaria para que finja ser su pareja. Esto lo conduce a una serie de confusiones que inicia toda la trama de la película.
Como siempre, Sandler se encuentra en un terreno favorable, pero siempre marcado por un histrionismo simplón y con pocas luces a su favor. La combinación de él con Aniston contrasta a pesar de que ambos poseen buena forma para las comedias románticas.
Lo extraño es ver a la estrella Nicole Kidman en un papel secundario, tristemente utilizada y que en su breve intervención llega incluso a rivalizar con Aniston y con la belleza de Brooklyn Decker que engalana a la película.
La cinta está aderezada por los exóticos paisajes de Hawai para darle cierto atractivo visual a la historia, aunque la trama no llega a motivarnos y por eso se queda como una cinta romántica convencional.