Título original: Transformers: Age of Extinction. Género: Acción/Fantasía. Dirección: Michael Bay. Guión: Ehren Kruger Basada en Transformers de Hasbro. Reparto: Mark Wahlberg, Jack Reynor, Nicola Peltz, Peter Cullen, Kelsey Grammer y Stanley Tucci. Duración: 2 horas 45 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

Debo de reconocer que Transformers ha sido una franquicia exitosa en los términos de su propio planteamiento como producto masificado. Steven Spielberg en la producción y Michael Bay en la dirección, ha sido uno de sus puntos más ventajoso.

Pero después de tres entregas y con el mismo condicionamiento y dirección ya es difícil plantear algo novedoso en esta historia.

Con varios personajes cambiados y actores que ya no participan en esta cuarta entrega (Shia Labeouf, por ejemplo), “Transformers: La era de la extinción”, procura repetir un ritmo que hastía por su extenso metraje y su conglomerada masa de efectos visuales que ya de por sí es un fastidio.

Esta cuarta parte está marcada por los acontecimientos de las últimas tres películas, después del incidente de Chicago. Cuatro años después, un inventor, descubre un Transformer enterrado, lo que destapa nuevamente la guerra entre lo Autobots y los Decepticons.

A esto se le suma que ya  el Gobierno de los Estados Unidos ha alcanzado cierto nivel de tecnología que puede desarrollar sus propios Transformers.

Con la presencia de Mark Wahlberg, justificación para elevar la edad del público, este filme se “transforma” es un pliego de necedades robóticas que no importa seguir el hilo de la historia, puesto que el ruido de su banda sonora y de su efectos visuales no dejan espacio para una correcta apreciación que, más que divertir, cansa y apabulla.

Quizás el personaje que mejor valoro de esta entrega es el realizado por Stanley Tucci, reemplazo de John Turturro, quien se ubica mejor como ese inventor que racionaliza las consecuencias y defiende su estrategia tecnológica.

Lo demás es pura parafernalia ruidosa y decepcionante para un producto que, lamentablemente, continuará mortificando.