Título original: Star Trek Beyond. Género: Ciencia Ficción. Dirección: Justin Lin. Guión: Simon Pegg, Doug Jung, Roberto Orci, John D. Payne, Patrick McKay (Personajes: Gene Roddenberry). Reparto: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldaña, Karl Urban, Simon Pegg, Anton Yelchin, Sofia Boutella Duración: 2 horas. Clasificación: + 12 años. País: USA
Desde que se reavivó esta serie en el 2009 para darle una nueva dimensión generacional, la misma ha servido para condicionar ciertos soportes argumentales imprescindibles desde la concepción primaria que hiciera su autor Gene Roddenberry.
Esta tercera entrega se ajusta más a los conceptos manejados en la serie televisiva que en su condicionamiento cinematográfico para la pantalla grande.
Es por esto que la acción se ve más acorde con sus planteamientos iniciales de presentar a la nave Enterprise como la insignia vital de la exploración espacial más allá de los confines de toda civilización terrestre.
El USS Enterprise vuelve a surcar el universo para asegurarse de la protección de la Tierra y del resto de planetas aliados. Pero una misión llevará a la misma a un territorio desconocido que obligará a su tripulación a enfrentar un enemigo feroz de nombre Krall, teniendo al actor Idris Elba en este papel.
Esto sirve de punta de lanza para construir un relato que, sin modificar la sustancia primaria argumental, ayuda a identificar a los personajes y sus situaciones, haciendo algún que otro homenaje a la serie misma.
Esta vez los caracteres principales se sostienen por una base argumental que les permite hurgar en sus sentimientos y visiones.
Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldaña, Karl Urban y Simon Pegg (quien también trabajó en el guión), es un equipo que le ha proporcionado buena garantía para la supervivencia de la historia. Y, esta vez, con una aparición satisfactoria de la actriz Sofia Boutella como Laylah.
La buena dirección e Justin Lin, arquitecto de varios de los episodios de “Rápido y Furioso”, es el mejor corredor de relevo de la labor anterior que realizara el director J.J. Abrahams.
Definitivamente, un espectáculo disfrutable para nostálgicos y nuevas audiencias.