Título original: Spectre 007. Género: Acción. Dirección: Sam Mendes. Guión: John Logan, Neal Purvis, Robert Wade, Jez Butterworth (Personajes: Ian Fleming). Reparto: Daniel Craig, Christoph Waltz, Monica Bellucci, Léa Seydoux, Ralph Fiennes, Naomie Harris. Duración: 2 horas 28 minutos. Clasificación: + 12 años. País: UK

Veinte y cuatro episodios de la más famosa serie de espionaje no se puede tomar a la ligera. En su travesía por décadas ha podido establecer parámetros dentro del género que ha sido imitado por decenas de filmes.

En su devenir histórico James Bond se ha perfilado como un personaje típico, estándar y con poco arco de transformación, pues su característica intrínseca así lo demanda.

Entre las historias y los actores que han encarnado a James Bond, posiblemente Daniel Craig, es el que se posiciona en una ventaja generacional con respecto a Sean Connery, el mejor de todos.

Su cuarta participación dentro de la serie le compele a demostrar cada vez más su estilo y definir que está capacitado para llevar al personaje hacia un listón superior.

“Spectre” es su desafío más carnal, pues su imaginación sibarita queda sugerida más no planificada y su centro de gravedad se sitúa en la posición más estable posible.

Este episodio 24 inicia con una secuencia de apertura ambientada en el Día de los Muertos en México, un punto de partida que refleja las intencionalidades de un guión que rememora aquellos viejos villanos y agentes que han pasado por la vida de Bond.

En esta se encuentra con un mensaje del pasado que lo lleva a distintas partes y lo induce a infiltrarse en una reunión secreta para descubrir la existencia de una siniestra organización criminal. A medida que Bond avanza en su misión, va descubriendo piezas claves que lo promueve a tomar medidas extremas para su supervivencia.

La actitud que toma Sam Mendes, artífice de la bien estructura “Skyfall” (2012), se descubre a sí mismo en esta serie y reconoce que puede llevar a Bond por otros lugares menos atractivos, aunque siempre dependiendo de la flexibilidad de la historia para lograrlo.

Este episodio, conectado con los vestigios dejado por “Skyfall”, no sorprende mucho en su parafernalia artística ni argumental, pues se distribuye entre varias situaciones que al final se muestra menos rítmica que las anteriores de Craig.

El villano en esta ocasión, interpretado por Christoph Waltz, es como un fantasma que emerge de las sombras para mortificación de Bond, pero su presencia queda reducida a presentarse a sí mismo como un personaje muy por debajo del Javier Bardem quien se mostró enérgico y determinado en “Skyfall”.

Las mujeres en este caso no circundan mucho el imaginario de Bond, pues en el caso de Monica Bellucci, luce atractiva por momentos e insípida en su conjunto formal y Léa Seydoux es más bien la chica de acompañamiento y el modelo típico de accionar de Bond.

De todas maneras, sin importar las debilidades y fortalezas que se puedan encontrar en este episodio, las razones de este espía serán las mismas y, para el bienestar de los fans, habrá Bond para largo rato.