Basada en el filme La gran Calavera (Luís Buñuel, 1949) donde un Buñuel en compañía de su guionista Luís Alcoriza planteó una rica comedia donde un hombre adinerado, después de ver que sus hijos se
aprovechaban de él para vivir de su dinero, finge estar arruinado para darles una lección.

Ahora el director Gary Alazraki toma este argumento y le hace una versión libre, contextualizando su historia a los tiempos actuales para presentar a Germán Noble, un exitoso empresario, que, al notar que sus hijos son incapaces de trabajar por sí solos, decide fingir la quiebra de su empresa y hacerlos vivir en carne propia lo que es sentir carencia y tener que trabajar para ganarse el sustento.

Tomando esto a consideración el filme busca los mejores momentos para plantear y hacer una exploración de lo que es la sociedad mexicana en la actualidad, definiendo las distintas clases sociales y las necesidades de cada una.

Mientras los Nobles ven el mundo de una manera acomodada y llena de lujos y privilegios, los demás viven en una realidad más descarnada por las carencias que hay alrededor.

Por eso, en la parte de la situación cuando ellos se tienen que enfrentar al mundo real de los millones de mexicanos, es que la historia se vuelve interesante por las contradicciones planteadas.

Alazraki, al beber de esa fuente original, posee un excelente material para poder moverse con facilidad con la historia y tener además un buen elenco que lo respalde.

Situaciones muy interesantes se dan en el camino que coloca esta comedia en un plano de ventaja narrativa y ampliamente disfrutable.