Han Solo: una historia de Star Wars

Título original: Solo: Star Wars Story. Género: Fantástico/Ciencia Ficción. Dirección: Ron Howard. Guión: Lawrence Kasdan, Jon Kasdan (Personaje: George Lucas). Reparto: Alden Ehrenreich, Emilia Clarke, Donald Glover, Woody Harrelson, Thandie Newton. Duración: 2 horas 15 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

La reedición de la saga de “as Guerra de las Galaxias” por parte de Disney ha sido una labor con sus altas y bajas puesto que la redefinición de este concepto galáctico no ha sido del todo homogénea.

La expansión del universo creado por George Lucas iniciado en el 2016 con “Rogue One: una historia de Star Wars” y la continuación de su desarrollo con “Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi” (2017), puso en equilibrio a la franquicia que veía nuevos horizontes creativos y una nueva dimensión de la propia historia y personajes.

Ese afán de explotar todos los elementos posibles de la icónica historia llevó a los productores a producir esta especie de “spin-off” o derivado de la misma saga teniendo a uno de los personajes más emblemático: Han Solo.

Las pretensiones con esta historia es la de allanar el terreno para las demás producciones que pudieran estarse cocinando en la factoría Disney. No obstante, varios elementos no lograron encajar con el estilo de lo que significa la historia en términos de su diégesis.

Esta precuela de la saga Star Wars se centra en los primeros pasos de Han Solo hasta convertirse en el antihéroe y antes de que se encontrase con Luke y Obi-Wan.

El problema de este episodio es que no parece estar adosado al concepto primordial que ha caracterizado a estas historias, puesto que no responde suficiente a los bordes que constituyen el universo en cuanto a los escenarios, los personajes y la música.

El director Ron Howard asumió el proyecto después de algunos tropiezos de producción que lo obligaron a lanzarse a terminar el producto sin poseer convicciones claras sobre lo que tenía que delimitar.

Incluso la escogencia del actor que encarna a Solo, Alden Ehrenreich, intenta una aproximación a la psicología del personaje, no logrando empatizar con él ni con el público.

El trabajo de Lawrence Kasdan en el guión, quien escribiera varios episodios entre estos “El imperio contraataca” (Kershner, 1980), no alcanza la madurez estructural que caracterizó a las anteriores y se decanta en posicionar la historia en varios escenarios sin que esto motive el dinamismo en este relato.

Después de este resultado será difícil proponer un nuevo producto que pueda penetrar nuevamente en el estilo de este universo. Corregir su trayectoria será la gran misión.