Título original: Sicario. Género: Drama/Thriller. Dirección: Denis Villeneuve. Guión: Taylor Sheridan. Reparto: Emily Blunt, Benicio Del Toro, Josh Brolin, Jon Bernthal, Daniel Kaluuya, Maximiliano Hernández. Duración: 2 horas 1 minuto. Clasificación: + 16 años. País: USA
Varias han sido las posiciones políticas de varios filmes sobre la lucha contra el narcotráfico. Unas van por el orden de que la lucha es de todos y cualquier familia puede caer en las redes del consumo (Traffic, 2001) o aquellas personas que se tiran a la aventura de ser reclutadas como mulas (María, llena eres de gracia, 2004).
En el caso de “Sicario” su posición se muestra ambigua, aunque el carácter de los personajes define sus intenciones de romper con el mito burgués de la lucha.
El argumento se ubica en la frontera entre Estados Unidos y México, zona por la cual transita el noventa por ciento de la droga que llega a este país. Allí los carteles imponen su ley al margen de los protocolos establecidos por las legislaciones.
En el caso particular de esta historia las autoridades estadounidenses construyen un plan de dudosa garantía de ley que tiene que pasar como legal. Para esto se recluta a Kate Mercer, del FBI, para que certifique que las acciones a realizar están dentro del marco de la ley.
Pero esto supone una crisis de ética y moral pues lo que ve y observa, dista de someterse a los reglamentos establecidos. Pues no se trata de una lucha entre el bien y el mal, es un asunto que va más allá de los convencionalismos retóricos que han matizado la lucha contra el narcotráfico. Aquí todo se confunde y todo, aparentemente, se aclara, pero sin dejar signos directos para una composición general de la historia.
Denis Villeneuve (Incendies, 2010) con un material del guionista Taylor Sheridan, construye un filme donde, al parecer, es más importante la forma que el fondo. Aunque su discurso se somete a un análisis reflexivo sobre el tema.
Villeneuve construye una estética para el filme que busca no infiltrarse mucho en la dinámica interna del accionar de los grupos de narcotraficantes, más bien hace uso de todo lo que la visual permite para dejar caer un panorama de tensión sobre los personajes y las acciones, teniendo como balanza a los caracteres de Emily Blunt y Benicio Del Toro, ambos adecuados y equilibrados.
El montaje construye para sí mismo una narrativa que se funde entre lo dramático y lo violento, permitiendo buscar otras lecturas dentro de los diálogos y las acciones de los personajes.
Cabe destacar en toda esta parafernalia artística, el trabajo del veterano director de fotografía Roger Deakins asiduo colaborador de los Coen, Darabont, Scorsese, Costa-Gavras, entre otros, quien ofrece un portentoso trabajo de cámara, presentando ángulos extraordinarios que siguen el fluir natural de la historia.
Junto a este, la banda sonora del compositor islandés Johan Johansson busca darle los matices adecuados a cada escena, ya sea desértica como urbana.
En definitiva, “Sicario” puede verse como un filme robusto en su manera narrativa y en su estilo, poco convencional, de retratar un filme de narcos y policías.