Los Ángeles, Estados Unidos (EFE/Antonio Martín Guirado).- La actriz puertorriqueña Roselyn Sánchez dijo en una entrevista con Efe que rodar "Traffik", una película sobre el tráfico de personas, fue "un despertar" para ella ya que siempre pensó que ese problema ocurría únicamente en países tercermundistas.
"Es una situación que me da pánico y tristeza. Me deprime saber que estas cosas ocurren", afirmó la intérprete de 45 años sobre el argumento del filme, actualmente en la cartelera estadounidense.
"Uno como padre ya nunca duerme igual por la responsabilidad de que tus hijos estén bien, pero si añades cómo están las cosas ahora en el mundo… No hay respeto hacia la misma humanidad", comentó la de San Juan.
"Esas niñitas que desaparecen y no las vuelves a ver nunca… Piensas que no puede ser real, pero lo es. Siempre pensé que era una vaina tercermundista, pero pasa en EE.UU. y en todas partes", agregó la intérprete.
Según datos de la iniciativa Polaris Project, en 2016 se registraron 7.621 casos de tráfico de personas en EE.UU., de los cuales 2.105 involucraban a ciudadanos estadounidenses.
EE.UU. incluyó en junio del año pasado a China en su lista de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas.
"Esas niñitas que desaparecen y no las vuelves a ver nunca… Piensas que no puede ser real, pero lo es. Siempre pensé que era una vaina tercermundista, pero pasa en EE.UU. y en todas partes"
En esa "lista negra" del informe anual del Departamento de Estado de EE.UU. sobre el tráfico de personas en el mundo, aparecen países como Venezuela, Belice, Rusia, Corea del Norte, Irán y Siria, entre otros.
"Traffik", un thriller de acción dirigido por Deon Taylor, cuenta cómo una escapada romántica a las montañas se convierte en una auténtica pesadilla para una pareja (Paula Patton y Omar Epps) que, en el peor momento, recibe la inesperada visita de unos amigos (Sánchez y Laz Alonso).
Todos deberán luchar por su vida tras cruzarse con los miembros de una red de tráfico de personas, que no se detendrán hasta recuperar un teléfono cuyo contenido encierra los nombres de todos los implicados en la trama.
"El libreto me encantó", reconoció Sánchez. "Me pareció muy interesante porque es un thriller de suspense bien comercial donde al final tiran la curva de la trata humana, que es algo que no me esperaba. Me emocionó el entusiasmo del director y su pasión por el proyecto", explicó.
La artista reconoció que confió en la arriesgada visión del cineasta y le atrajo especialmente trabajar con un director de fotografía tan reconocido como Dante Spinotti, nominado al Óscar por "L.A. Confidential" (1997) y "The Insider" (1999).
"Siempre que haces una película independiente es una lotería. Pones todo tu amor y fe en que la gente la vea, pero el 90 por ciento de las veces no la ve nadie. Por suerte, el estudio Lionsgate confió en esta película y le dará una buena distribución", señaló.
Sánchez está particularmente orgullosa de una escena de la película en la que su personaje y el del cubano Laz Alonso mantienen una discusión en español sin subtítulos.
"Surgió de forma natural y al acabar dijimos: 'Nos van a regañar, no podéis hacer eso'. Pero al director le pareció genial. Sabe de la importancia de la inclusión y conoce la realidad de EE.UU. No sabía que habíamos dicho, pero le encantó", comentó la actriz entre risas.
La actriz, conocida por las series "Without a Trace" y "Devious Maids", ha grabado recientemente un piloto de "Grand Hotel", adaptación en inglés del formato español "Gran Hotel" para la cadena ABC, a la espera de que el canal dé luz verde al proyecto para convertirlo en serie.
"Lo sabremos a comienzos de mayo", señaló Sánchez, quien habló también sobre la respuesta del Gobierno estadounidense a la crisis en Puerto Rico tras el paso del huracán María.
"Miento si digo que no hubo ayuda, porque la hubo y no quiero ser desagradecida, pero nos sentimos dolidos porque la respuesta llegó tarde. Fue esporádica y con condiciones. Como ciudadanos americanos, sentimos que nos están dando la espalda", valoró. EFE