Título original: Reminiscence. Año: 2021. Género: Ciencia ficción. País: USA. Dirección: Lisa Joy. Guion: Lisa Joy . Elenco: Hugh Jackman, Rebecca Ferguson, Thandie Newton, Daniel Wu, Angela Sarafyan. Duración: 2 horas 28 minutos
Para empezar, se puede reconocer que “Reminiscencia” (Reminiscence) es una película que contiene una ambientación fascinante, nostálgica y con variante de diversos estilos del noir. A la vez, carga con un fardo elemental de otros filmes como “Strange Days” (Kathryn Bigelow, 1995), “Minority Report” (Steven Spielberg, 2002), “Rememory” (Mark Palansky, 2017) o la versión de “Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017).
No obstante, su trama se inclina hacia un entramado confuso que se encamina hacia la sobre utilización de recursos narrativos que no encajan muy bien con su ritmo y quita la mirada en algunas cuestiones elementales que se van desconstruyendo en el camino.
Es la historia de Nick Bannister (Hugh Jackman), un investigador privado que, junto a su ayudante Emily ‘Watts’ Sanders (Thandie Newton), se interna en el oscuro pasado de sus clientes con el objetivo de proporcionarles un momento de vivencia nostálgica con aquellos seres queridos que han perdido.
Bajo este oficio se encuentra una ciudad, en este caso Miami, sumergida en gran parte bajo el mar, y un contexto de pos guerra que le otorga a la narrativa una sensación de decadencia y declive social.
Un día, su vida cambia cuando aparece Mae (Rebecca Ferguson), una nueva clienta. Aunque Mae solo acude a su consulta para encontrar un objeto perdido, se convertirá en una peligrosa obsesión.
La debutante Lisa Joy se aferra a la experiencia que le ha dado ser una de las co-creadoras de la ambiciosa serie de ciencia-ficción de HBO “Westworld” y trata de infiltrarse en un campo de amor incondicional por el cine clásico y de los arquetipos del género.
Aunque no logra afianzarse lo suficiente por las debilidades que circundan su propia historia pues son demasiados puntos de atención que van hacia la trama romántica, el existencialismo de sus diálogos, la alegoría social de su contexto y el discurso de la dependencia por el pasado.
Aquí su ambición por hacerla intrincada la aleja de las condiciones esenciales de todo buen director en lo referido a que “mientras más simple mejor”.