Pequeña gran vida
Título original: Downsizing. Género: Ciencia Ficción/Comedia. Dirección: Alexander Payne. Guión: Alexander Payne, Jim Taylor. Reparto: Matt Damon, Christoph Waltz, Hong Chau, Kristen Wiig, Jason Sudeikis, Udo Kier. Duración: 2 horas 15 minutos. Clasificación: + 14 años. País: USA
Un individuo se da cuenta de que tendría una vida mucho mejor si reduce de tamaño, pues todo lo que necesita en la vida lo tendría igualmente, pero en abundancia. Así que decide reducir enormemente su volumen, ahora que la tecnología lo permite, para ser parte de una solución a la sobrepoblación mundial.
Esta es la premisa que se basa esta historia la cual se desarrolla como un relato de ciencia ficción cargado de cierto nivel de humorismo, pero que en su desarrollo muchas de sus cuestiones fundamentales se deshacen.
Este intento de Alexander Payne hacia la ciencia ficción, un realizador que ha manejado buenos argumentos como “Entre copas” (2004) y “About Schmidt” (2002), posee un buen arranque en su primera parte, pues todos los elementos para manifestarse como una comedia adulta sobre cuestiones que involucran el destino de la raza humana, funcionan a la perfección.
El inicio se da cuando la pareja de matrimonio, los Safranek, después de que se dan cuenta de que no poseen posibilidades de crecer económicamente, deciden involucrarse en la reducción corporal para gozar de una vida plena en una nueva ciudad donde todo es más pleno y abundante.
Esta especie de sueño liliputiense se desploma cuando la esposa de Paul Safranek decide no acompañarlo en esta aventura y se queda en el mundo real. Esto conlleva al divorcio y a la difícil adaptación de Paul a este nuevo mundo en solitario.
Lo que al principio funciona correctamente, se desvía por un camino narrativo donde pierde toda su gracia, pues el periplo de Paul se decanta por una búsqueda de sí mismo y de ser una persona útil en este mundo diminuto.
En este recorrido se plantean cuestiones del cambio climático y la posible destrucción del planeta que, en modo paralelo, se traza el viaje de Paul hacia su autoconocimiento de sus posibilidades como ser humano acompañado de una serie de personajes que son el anclaje de su adaptación.
Esta sátira social de Payne es más convincente en su primera parte que en su resolución final, pues él decide apoyarla en un personaje que no logra empatía con el público y que no motiva a buscar otros intereses dentro de la trama.