Simon Pegg y Nick Frost son dos guionistas atípicos que han escrito un par de obras que van por la línea de reavivar viejos conceptos de la comedia pero con un aire contemporáneo y fresco.

“Shaun of the Dead” (2004) y “Hot Fuzz” (2007) han sido dos remarcables productos salido  de su prolífica imaginación que, por demás, también han sabido protagonizar.

Ahora con “Paul”, una comedia sobre un extraterrestre que es perseguido por dos agentes, se vincula por un adecuado lado particular que la hace responder a los mejores intentos por llevar un tema tan manipulado y hacerlo atractivo.

La historia toca a dos amigos británicos que asisten a la convención Comic-Con en San Diego como una forma de comienzo a un viaje por carretera en la que, además, tienen planeado ir a los lugares donde han habido avistamientos de Ovnis.

Pero en su periplo se encuentran con un verdadero alienígena de nombre Paul quien ha estado encerrado en una base militar durante los últimos sesenta años.

El encuentro con este ser espacial inicia un cambio en todo su esquema de creencias que logra paulatinamente un reinicio en su forma de ver la vida.

La comedia no escapa a las razones de su tema y llega a ser magníficos guiños a cintas como “Encuentro cercano del tercer tipo” o más directamente a “E:T:”

Lo que sorprende de esta comedia es que en un primer vistazo a su cartel, puede parecer una comedia insulsa y hasta fútil, pero es todo lo contrario, su narrativa y situaciones no caen en lo ridículo y se mantiene con un buen nivel de seriedad con todo y su tema.

“Paul”, dirigido por Greg Mottola.(Superbad, Aventuralnd) logra componer un filme con buenos momentos, fresco el cual se separa de todas las demás comedias que de este tema se han realizado.