A la carrera de Tom Cruise le queda dos caminos: seguir con su ilusión de ser un agente secreto en la ficción, a pesar de su no tan joven postura, o tomar el rumbo de hacer películas más íntimas y de mejor perfil.
Creo que la primera opción es la que va a continuar pues cuando ustedes vean “Misión Imposible” se darán cuenta de que él no va a abandonar dicha franquicia.
“Misión Imposible” ha sido una serie fílmica que se ha construido en base a detalles estilísticos que han propuestos sus respectivos directores responsables de cada episodio como lo han sido Brian Desalma, John Woo y J.J. Abrahams.
Ellos con sus distintas visiones han marcado la ruta a seguir en pos de garantizar cada vez más una mejor posición de Cruise en la apreciación de su público.
En el caso actual se le ha encargado al director de animación Brad Bird, un director que sólo tiene en su currículo fílmico el haber realizado dos exitosos animados como lo han sido “The Incredibles” y “Ratatouille”.
Al parecer, los ejecutivos han apostado a la valentía y creatividad de Bird, muy escasa por estos tiempos en la industria del cine de acción en Hollywood, para inyectarle un poco de su dinamismo para una historia que todos se darán cuenta de que es insalvable.
Después de cinco años desde el último episodio, el público dominicano tiene ahora nuevamente la oportunidad de apreciar otra misión del agente Ethan Hunt que vuelve a ser interpretado por el actor Tom Cruise.
En esta ocasión los agentes de la Fuerza de Misión Imposible tienen la misión de encontrar un mensajero que lleva consigo los códigos de un ataque nuclear. Desafortunadamente, su misión fracasa y los códigos son robados.
Mientras tanto se le asignan la tarea de penetrar en el Kremlin para recuperar información sobre el beneficiario de los códigos. Poco después hay una tremenda explosión que estremece la Plaza Roja.
Hunt es desautorizado junto con el resto de la agencia cuando el Presidente inicia el “Protocolo Fantasma.”. Ahora sin recursos, Ethan se embarcará en una misión de evitar el uso del artefacto nuclear y limpiar su reputación.
Los guionistas Josh Appelbaum & André Nemec asumen varias posturas con esta historia tratando de llevar el estilo de la serie por un mejor camino, pero lo que hacen es un ejercicio de hacerla cada vez más absurda. Y por demás, su base parece ser sacada de la época de la Guerra Fría con todo y su amenaza nuclear que siempre a sido la espada de Damocles del mundo moderno.
La posición tomada revela que cada vez más la serie se ha degradado por la complacencia de llevar a Cruise como un héroe de acción, evitando las comparaciones que ya están en James Bond o más reciente en Jason Bourne.
Este afán ha hecho que esta historia rompa todas las reglas de lo lógico y circunstancial para hacer un risible relato de espionaje.
Teniendo a lugares tan exóticos como Moscú, Dubai y la India, el relato surca los caminos de la acción dejando tras su paso una estela ridícula e inverosímil.
Cruise soporta sus caídas desde edificios, tormentas de arena y de falsos maquillajes para interpretar a un personaje que otrora le diera una buena posición en la industria. Hoy se ve cargado de apetencias patológicas por seguir siendo un héroe que nunca ha sido.
Si veo a “Misión Imposible” con buenos ojos puedo decir que la misma no tendrá mucho asidero en un futuro, puesto que otras propuestas han sido más lógicas y contemporáneas, dejando una mejor apreciación por lo que es el buen cine de acción.