Mi nombre es Dolemite

Título original: Dolemite Is My Name. Año: 2019. Género: Comedia, Drama. País: USA. Dirección: Craig Brewer. Guion: Scott Alexander, Larry Karaszewski. Elenco: Eddie Murphy, London Worthy, Wesley Snipes, Craig Robinson, Chris Rock. Duración: 1 hora 58 minutos

Rudolph Frank Moore, conocido como Rudy Ray Moore fue un comediante, músico, cantante, padrino del rap, actor de cine y productor de cine estadounidense. Un artista cuyas líricas y discursos eran imposibles de ser transmitidas por la radio de la época, aunque sus discos se vendían como pan caliente.

Personaje esencial dentro de la escena neoyorkina en los años 70 y en especial en la comunidad afroamericana. Moore, como Dolemite, el personaje del proxeneta que creó como un individuo hostigador y casi versión afro de los modelos blancos que copaban el cine de acción de la década, hizo su espacio en la industria del entretenimiento y en el movimiento cinematográfico del blaxploitation llegando a protagonizar sus propias películas como “Dolemite” en 1975 y sus secuelas, “The Human Tornado” y “The Return of Dolemite”.

Era ya natural que su vida fuera llevada a la pantalla, pues su impronta está en los múltiples raperos que circundan la industria que fueron influenciados por él (como Snoop Dogg entre otros) por su estilo y lírica.

Y parte de esta responsabilidad recae en los guionistas Scott Alexander y Larry Karaszewski, guionistas de algunos de los mejores y más atractivos biopics de los últimos años, como “Ed Wood” (Tim Burton, 1994), “El escándalo de Larry Flint” (Milos Forman, 1996) o “Man on the Moon” (Milos Forman, 1999).

Dolemite era el personaje que Craig Brewer (Hustle & Flow, 2005) poseía como un diamante en bruto para moldearlo y sacarle las mejores aristas. Pero contaba con un actor que representaba ese carisma, Eddy Murphy quien carga al filme con la misma velocidad de su personaje.

Murphy, que copó la atención en el cine de comedia y acción en la década de los ochenta y parte de los noventa, procura insuflar la mejor energía para sacar adelante un personaje con ciertos puntos de coincidencia con lo que ha sido su propia carrera. Esto le permite mostrar su calidad a través de las experiencias vividas por él dentro de la industria destacando ese brillo y carisma que se necesitaba.

Sus actores secundarios que rodean a Murphy ofrecen el mejor soporte para mantener una narrativa singular y presentar distintos enfoques en la vida de Moore. Se destacan Da’Vine Joy Randolph, como Lady Reed, las interpretaciones de Keegan-Michael Key y Wesley Snipes, que se encarga de resucitar a un D’Urville Martin, individuo que gravitó en importantes producciones hechas para el público afro estadounidense en esa época.

“Mi nombre es Dolemite”, propuesta de Netflix, es una película que independiente de exponer la figura de este protagonista, también toca el tema de la diversidad en el cine y las reivindicaciones en el orden de la igualdad y la no discriminación en el mundo del entretenimiento.