Parte del éxito en la carrera del comediante Martin Lawrence radica en haber interpretado el personaje de una abuela robusta y peligrosa llamada Big Momma. Este personaje le dio dos entregas más convirtiéndose en una fórmula exitosa.
Ahora Lawrence rescata atan semejante personaje y se lo ofrece a las nuevas audiencias con una cinta donde él y el guionista Matthew Fogel enfocan su objetivo en explotar lo más que se pueda la gracia y particularidad de este personaje.
En esta ocasión la historia introduce un nuevo elemento y es el personaje de su hijastro adolescente. Así Martin Lawrence regresa como el agente del FBI Malcolm Turner y su personaje de la súper agente secreta Big Momma.
Ellos se hacen pasar por agentes secretos en una escuela de artes interpretativas, después de que ocurre un asesinato. Encarnando a Big Momma y la robusta colegiala Charmaine, ellos toman la misión de atrapar al asesino.
Todo el filme se desarrolla bajo esta tónica superponiendo distintas situaciones dentro de un mismo plano. Lawrence, al desempolvar a este grotesco personaje, se decide nuevamente a conquistar público y desarrollar una comedia ligera y sin muchos rebuscamientos.
Cargado de maquillaje y prótesis, que ayudaron a que Martin se convirtiera en Big Momma, se trata de cumplir más bien con un requisito comercial dejando poco asidero argumental.
Lo que el público verá en esta cinta es la vuelta de un cómico y su personaje que tratan de permanecer en el gusto de las nuevas audiencias.