Me sorprende esta ópera prima de Nicholas Jarecki quien apenas posee en su currículo en haber hecho un documental titulado “The Outsider” (2005) sobre el director James Toback y el rodaje durante 12 días de su thriller "When Will I Be Loved".
Ahora Jarecki se arriesga con un trabajo dentro de la ficción para contar un espacio tormentoso en la vida de Robert Miller, un adinerado magnate que aparenta tener una privilegiada vida profesional y familiar.
Pero la realidad toca otro extremo, Miller está desesperado por realizar la venta de su compañía antes de que se descubran una serie de manejos ilegales.
La cinta aparentemente va caminando por un sentido propio de la narrativa, pero un giro inesperado hace ramificar las acciones en distintas direcciones, pero sin perder el rumbo de ninguna.
Todo empieza como un torbellino dramático a partir del romance de Miller con una comerciante de arte francesa. Este será el comienzo del inicio del impetuoso giro en su vida.
Jarecki maneja este drama por caminos convencionales, pero dejando claro hacia dónde desea llegar y para esto se hace respaldar por la veteranía de Richard Gere quien se mueve hábilmente por todo el espacio dramático propuesto para este filme.
Gere conduce el propio filme por un sendero de gran tensión, dejando espacios necesarios para que otros cumplan también sus respectivos roles. Susan Sarandon como su esposa se mantiene en ecuanimidad actoral sin desperdiciar su papel, y la joven actriz Brit Marling, como su hija, ofrece su buena cuota.
Dentro de todo el entretejido que se despliega, se encuentra un tema fundamental que es el amor familiar y la lealtad, todo esto puesto sobre la balanza frente a la avaricia del mundo financiero. Elementos indisolubles como el agua y el aceite.
Realmente este filme es una buena pieza como thriller lleno de tensión que seduce desde los primeros momentos de su relato.