Título original: Mortal Engines. Año: 2018. Género: Ciencia Ficción. País: Nueva Zelanda
Dirección: Christian Rivers. Guión: Peter Jackson, Philippa Boyens, Fran Walsh (Novela: Philip Reeve). Elenco: Hugo Weaving, Hera Hilmar, Robert Sheehan, Jihae, Ronan Raftery, Leila George. Duración: 2 horas 8 minutos
Basada en la novela del mismo nombre de Philip Reeve, “Máquinas Mortales” es una aventura distópica en la cual, en un nuevo mundo, grandes ciudades nómadas se mueven a través de la faz de la Tierra consumiendo a otras más pequeñas para obtener sus recursos de energía.
Londres, una de esas grandes ciudades, tiene algunos planes que van más allá de su supervivencia, y es poder dominar todo el mundo conocido a través de la recuperación de un arma mortal, la misma que fue utilizada antes de la gran destrucción.
Bajo este contexto la historia sigue también la de un joven historiador que vive en esta ciudad que, tras presenciar el intento de asesinato de una figura importante, él se ve involucrado con la que intentó matarlo para luego convertirse en uno de los perseguidos por el poder político de esta ciudad.
Esta aventura dirigida por Christian Rivers, quien fuera el diseñador de los story boards de los trabajos del director neozelandés Peter Jackson (responsable de llevar a la pantalla la saga de “El señor de los anillos”), logra un debut que no se aparta de las idealizaciones que han plagado los distintos futuros pos apocalípticos que han sido mostrado en la pantalla desde “Las guerras de las galaxias” de George Lucas, pero su intento no soluciona varios factores básicos de este tipo de historias.
Este filme se apoya en conceptualizaciones básicas, pero en el desarrollo de muchos de los elementos planteados, no consigue aterrizar bien con las personalidades de sus protagonistas y la profundidad de su narrativa.
Prueba de esto es que los personajes, a pesar de perseguir el mismo objetivo, no focalizan sus intenciones en mostrar las diferentes manifestaciones de sus logros o posibles alternativas que pueden tener dentro de la lucha, puesto que existen momentos en que no se aclara quien es el protagonista definitivo del filme.
La alusión sociopolítica que puede observarse en su narrativa queda luego difuminada por el objetivo fundamental del filme que es cumplir con la parte del entretenimiento sin pedir explicaciones por algunos asuntos básicos del argumento.
Parece que la imaginería visual se convierte en su mayor obstáculo al momento de plantear un filme que cumpla con el objetivo de llevar una historia comprimida en los asuntos de su estamento político.
“Máquinas mortales” es una historia que intenta mostrar mucho, pero que se queda en un nivel poco atractivo como aventura pos apocalíptica.