Título original: The Magnificent Seven. Género: Western. Dirección: Antoine Fuqua. Guión: Richard Wenk, Nic Pizzolatto). Reparto: Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Peter Sarsgaard, Haley Bennett, Matt Bomer, Vincent D’Onofrio. Duración: 2 horas 10 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
“Los Siete Magníficos” hay que verlo no como un remake, sino como una variante de una misma idea.
Lo que hace Antoine Fuqua (Training Days, 2001) no es buscar las coincidencias en la versión de John Sturges de 1960 o su original que provino de otro lar como lo es Japón de la mano del maestro Akira Kurosawa, una historia escrita junto a Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni convertida en “Los Siete Samuráis” de 1954.
Fuqua la reviste de algunas precisiones que van desde lo nostálgico hacia un género de capa caída hasta una reivindicación del héroe, arquetipo de muchas historias.
Los habitantes de Rose Creek, atemorizados bajo el control del industrial Bartholomew Bogue, deciden contratar a siete forajidos para terminar con la amenaza.
Esa es la premisa esencial de la historia, una línea simple que va a justificar todo el trayecto de un relato que se va estructurando así mismo, tomando el modelo antiguo, pero inyectándole la furia narrativa de los filmes contemporáneos.
El guión de Richard Wenk y Nic Pizzolatto intenta dibujar varias capas para revelar cuestiones fundamentales de lo latente en el Viejo Oeste con la discriminación y otras cuestiones imperantes en el contexto político y social de la época.
Los personajes son dibujados de una manera simple, pero a la vez dejando entrever sus visiones de hombres en busca de cualquier destino. Figuras que recuerdan más a ese cine de Sergio Leone y Sam Peckinpah que a los clásicos americanos.
Denzel Washington cabalga sobre un personaje que lo coloca como un intérprete maduro dentro de un género que le ofrece tonos muy similares a otros personajes. Ethan Hawke y Chris Pratt ofrecen el tono de humor puntual junto al villano interpretado por un Peter Sarsgaard de referencia.
Un filme con un sentido muy contemporáneo de un género desaparecido.