La ventaja de un animado con un filme de ficción es que el animado permite, por su prolongado período de producción, pulir el guión, hacer ajustes pertinentes a las escenas y verificar su ritmo narrativo.
Por eso, cuando sale al mercado, es un producto depurado y probado. Este factor ha hecho que el mercado de la animación siempre se mantenga a buen ritmo y sin saturaciones.
Los estudios DreamWorks han dado un giro al proponer un animado basado en la era prehistórica, y recrear las peripecias de una familia, en plena época de los movimientos de los continentes, que tienen que abandonar su hogar para buscar un mejor lugar para vivir.
Aunque con ciertas similitudes con “Ice Age”, esta historia sabe combinar el protagonismo familiar con la fauna y flora reinante en su narrativa.
Esta especie de “Picapiedras” y “Simpsons”, por lo del núcleo familiar, es lo que conquista la historia que se deja llevar por un acelerado ritmo.
El guión de Kirk DeMicco logra afianzar todas las buenas señales y características del género de la aventura sin dejar a un lado el protagonismo de cada personaje y la ambientación mostrada.
Su historia apunta a una visión modélica sobre todo lo que se ha manifestado en la vida prehistórica, cuando los primeros humanos poblaron la Tierra. Asumiendo esto logran un buen humor con un efecto satírico que es su mejor arma.
La musicalización de Alan Silvestri ayuda a crear el ritmo musical adecuado dentro de las escenas trepidantes que posee este animado, logrando una excelente integración con todo el panorama visual.