Robert Guédiguian (Le voyage en Arménie, 2006, Lady Jane, 2008) es un director que se ha caracterizado por un cine social, de compromiso, con particularidades especiales hacia la problemática de la clase obrera, inmersa en esas urbes de ese postcapitalismo excluyente.

El cine de Guédiguian habla sobre muchas cosas, factores que le interesan y que siempre ha contado y siempre contará.

Esa aproximación humana a los problemas cotidianos, familiares es que hace de su cine un apoyo sustancial a temas relevantes dentro del mismo.

Las nieves del Kilimanjaro, escrita por el propio Guédiguian y a su vez basado en un poema de Víctor Hugo, va por la misma característica de su cine.

En este trabajo se muestra a Michel que, a pesar de haber perdido su trabajo, vive feliz con su esposa Marie-Claire desde hace treinta años. Recompensado por sus hijos y sus nietos, Michel es parte de la típica clase media obrera que ha alcanzado su realización.

Esto es complementado con sus actividades sindicales y políticas que le dan sentido global a su vida.

Pero un día dos hombres armados y enmascarados entran a su residencia golpeándolo a él, su esposa y unos amigos que lo acompañaban.

Esta irrupción violenta lo coloca en una nueva perspectiva de las desigualdades sociales, puesto que esto lo dirige hacia el conocimiento de la vida de uno de sus victimarios.

Este giro le permite a Guédiguian recurrir al planteamiento de una utopía de social de rescate o condescendencia frente al otro que, por varias circunstancias, está excluido aún más de los beneficios sociales.

Este discurso proletario, socialista que reviste el filme es el convencimiento de un director que tiene su visión sobre una sociedad moderna que cada vez es más excluyente.

Excelentes actuaciones de Ariane Ascaride (esposa del director) y Jean-Pierre Darroussin quienes hacen de sus personajes seres reales que le ofrecen gran credibilidad al relato en cuestión.