Título original: Ghost in the Shell. Género:Ciencia Ficción.Dirección:Rupert SandersGuión:William Wheeler (Manga: MasamuneShirow).Reparto:Scarlett Johansson, Michael Pitt, JulietteBinoche, Michael Wincott, PilouAsbæk. Duración: 2 horas.Clasificación:+ 12 añosPaís: USA

El análisis de este filme debe ser planteado como un producto distinto a la obra en la cual está basada.

Lo que realiza esta vez el director Rupert Sanders (Blanca Nieves y la leyenda del cazador, 2012) en “Ghost in the Shell” es trasladar las convicciones del manga japonés de Masamune Shirow y darle una textura visual diferente a este clásico animado.

Por eso aclaro que la crítica de este filme tiene que estar basado en lo que ella misma representa como adaptación y con la utilización de personajes reales, dejando atrás la concepción animada que, de por sí, ya es un clásico del género.

Lo que Sanders hace, junto al guionista William Wheele, es descubrir una nueva dimensión a un texto argumental provocativo sobre la simbiosis entre el humano y la máquina.

Narra la historia de un híbrido cyborg-humano femenino único en su especie, que trabaja en operaciones especiales y dirige un grupo operativo de elite llamado Sección 9 para luchar en contra de extremistas y criminales más peligrosos, pero también se enfrenta a un enemigo cuyo objetivo principal consiste en anular los avances de HankaRobotic en el campo de la ciber-tecnología.

“Ghost in the Shell” trata de sobrepasar el campo filosófico para mostrarse más consecuente con los preceptos futurísticos. Para esto todo el campo visual del filme está construido en base a las referencias pop, el neón, la psicodelia, todo ensamblado dentro de una estructura vertical que le ofrece la dimensión estética que necesita.

El filme también concentra gran parte de su discurso en exponer cuestiones fundamentales sobre la esencia humana y sobre la ética y la moral que supone crear tomando en cuenta el humano en sí, ese espíritu dentro de la máquina.

La música de LorneBalfe y Clint Mansellvaría según las tonalidades del filme, pero siempre siendo consecuente con su dirección y enfoque. También la fotografía de Jes Hall intenta descifrar los códigos sincréticos plasmados en su contexto visual, aunque tantos elementos insertados entre edificios, calles, parques, plazas, reduce su experimento de crear un sentido orgánico a los planos.

Un filme de ciencia ficción interesante dentro de su limitación estructural que ofrece un espectáculo atractivo para los amantes del género.