Catastrofismo y ciencia-ficción se vuelven a unir en un filme que nada aporta a los inventos que se han hecho.

En “La última noche de la humanidad” presenta a unos jóvenes norteamericanos que van a Moscú con motivo de un viaje de negocios. Pero una circunstancia inesperada rompe con sus planes, pues la ciudad ha sido atacada por unos alienígenas.

Esta situación los pone en alerta para poder salvar sus vidas que, junto a otros, tratan de no se exterminados por estos seres.

Tomando de varios filmes del género esta película se muestra anodina pues no representa ningún tipo de avance sobre el tema que ya ha sido muy batido en Hollywood.

La narrativa de la película se focaliza en buscar la solución de lo que está pasando, pero siempre sin salirse de los parámetros establecidos que compelen a los personajes y a las situaciones mismas seguir una ruta previamente marcada.

Esta vez, por lo menos se han salido del contexto neoyorkino para focalizarse en Moscú como ciudad invadida, recurriendo a su estructura urbana para moverse dentro de la historia.

Chris Gorak, quien se había desempeñado en la zona de la dirección artística dentro de la industria y que dio su salto a la dirección con “Right at Your Door” (2006), bate muchos elementos reiterativos de otros filmes dando como resultado un filme aburrido y poco convincente.