Título original: Honeyland. Año: 2019. Género: Documental. País: Macedonia. Dirección: Tamara Kotevska, Ljubomir Stefanov. Guion:Tamara Kotevska, Ljubomir Stefanov. Elenco: Hatidze Muratova. Duración: 1 hora 25 minutos
Entre el discurso ecológico y el paralelismo existencial “La tierra de miel” (Honeyland), un trabajo que llega desde Macedonia del Norte, un país independiente sin litoral, situado en la península balcánica, colindante con Serbia, Kosovo, es una de esas rarezas dentro del cine documental que explora esa vida primitiva y rural de la última mujer recolectora de abejas de Europa.
Su nombre es Hatidze Muratova, una mujer de un pequeño pueblo en Macedonia que cría colonias de abejas en unos cestos hechos a mano que deja escondidos entre las rocas. Su recolección artesanal de miel queda plasmada como ese arte antiguo, milenario que contrasta con el mundo automatizado, digital y supervisado por las grandes corporaciones industriales.
Hatidze vive en un estado suspendido en el tiempo, con una vida silenciosa, donde todo es hecho con los precarios instrumentos que posee en su pequeña choza donde está al cuidado de su madre enferma. El paralelismo entre su oficio de recolectora de miel y el cuidado de su madre se simboliza en una relación entre madre reina y obrera que siempre está a su cuidado.
Los realizadores Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov evocan la naturaleza íntima del abordaje documental cuando, despojados de artificios inútiles, se limitan a seguir de manera orgánica, durante tres años, esa vida rutinaria de Hatidze. Al igual de retratar esa vida rural, apartada de todo, de tierra árida, pero a la vez de una naturaleza potente de lo que puede ofrecer su paisaje en términos dramáticos y en la influencia que este ejerce sobre la protagonista.
Pero como causas y azares de la vida, la rutina de Hatidze se ve interrumpida por la presencia de nuevos vecinos que se instalan cerca de las colmenas, estorbando su paz y la de sus abejas. Aquí es donde obra la capacidad narrativa de un documental que, desde un personaje solitario, pasa a mostrar otras variantes de la historia con la presencia de la nueva familia y el contraste de pensamiento de dos mujeres.
Esta parte se introduce por un camino que ayuda a la propia reflexión de la protagonista y analizar un poco más profundo las cuestiones globales sobre el cuidado de la naturaleza; cuestión que es bien reflejado en su retrato al natural de estos personajes.
Nominada a los premios Oscar como Mejor documental y Película internacional, “Honeyland”, de retrato íntimo, de exposición natural, brillante, aprensivo y una excelente aproximación humanista, definitivamente es uno de los tesoros contemporáneos del documental.