Voy a ser claro y muy escueto con este filme. Nunca me ha interesado su propuesta la cual me la he encontrado siempre anodina y carente de sustancia, puesto que el tema del vampirismo no puede ser tratado como si fuera meramente un ejercicio de amor trasnochado y de revelación de propaganda sobre la castidad.
Ha sido todo un milagro que haya resistido cuatro versiones que, además van acompañadas del éxito literario que ha tenido su novela escrita por Stephenie Meyer.
Después de “Crepúsculo”, “Luna nueva” y “Eclipse”, “Amanecer” se convierte en el cuarto episodio de esta saga de vampirismo. La misma está contada por Bella Swan y Jacob Black.
En esta ocasión continúa el triángulo amoroso entre Edward, Bella y Jacob. Edward y Bella se casan en una gran ceremonia, pero se crea una incertidumbre por el nuevo hijo que va a tener Bella de Edward, situación que nunca debió ocurrir., porque su gestación le trae grandes peligros para su salud.
Pero esta situación es la que va a traer un nuevo enfrentamiento entre hombres lobos y vampiros, combinándose los celos con la lealtad que asume Jacob para salvarla.
Primera parte de un último capítulo que al parecer cierra una saga que nunca me ha importado por la forma tan cursi y distorsionada en que se ha tratado un subgénero tan atractivo y simbólico.