TORONTO, Canadá.- El director argentino Sebastián Borensztein expresó a Efe su emoción y sorpresa por la abrumadora acogida del público del festival de Toronto a su última película, "La odisea de los giles", que describió como "una fábula" sobre "la justicia poética" en Argentina.
Tras la proyección de "La odisea de los giles" durante el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), el público que acudió al Teatro Elgin de la ciudad canadiense aplaudió de pie el filme argentino ante la satisfecha mirada de Borensztein, así como los actores Ricardo y Chino Darín, dos de los protagonistas.
Pero lo que más impresionó a Borensztein ("Un cuento chino", 2011), según reconoció a Efe en una entrevista en Toronto, fue que durante la proyección, el público "no paraba de reírse y aplaudir".
"Me emocionó mucho ver que eso llegó a gente que no es la que vivió lo que vivimos nosotros en la película. Fue muy impactante", explicó.
El director bonaerense cree que lo que expresa "La odisea de los giles", que está basada en la novela "La noche de la Usina" de Eduardo Sacheri, es un sentimiento "universal" que hace que el filme, aunque está situado en una pequeña comunidad rural argentina, sea accesible a cualquier público.
"Es muy lindo en el cine, ver que se hace una suerte de justicia poética. Eso siempre es muy bien bienvenido. El cine también está para eso, para hacer justicia con la mano propia, que en la vida real no está bien hacer. Creo que es lindo ver cómo un grupo de personas comunes le gana a gente poderosa, eso es universal", dijo.
"En general, creo que hay un descontento en el mundo con los gobiernos, las representaciones, el poder, los bancos, las finanzas. Creo que hay un descontento generalizado. Por eso también creo que la película trasciende fronteras", añadió.
En "La odisea de los giles", situada en la Argentina inmediatamente antes y después de "el corralito" de 2001, un grupo de vecinos de una pequeña localidad argentina trata de recuperar los ahorros que les han sido robados por un poderoso abogado de la zona en complicidad con el banco de la comunidad.
"Esto es una fábula en el fondo. Y está contada desde esa ingenuidad", afirmó Borensztein, para agregar a continuación que "es una catarsis".
"Gente que no tiene ninguna posibilidad de ganar, gente común, gente que un día decide tomar el toro por las astas, ya te pone en un humor como espectador, y te da una enorme empatía", declaró el cineasta.
"Es de una empatía instantánea -insistió-. Acá, allá o donde creo que esta película se estrene. Porque veo lo que está pasando. Recibo notificaciones de gente de lo que está pasando con la película en Uruguay, o en Paraguay".
"Y ya cuando empieza a pasar en Buenos Aires, Uruguay, Paraguay, Toronto… Es muy lógico suponer que el efecto se va a reproducir en todos los lados", continuó el director.
Borensztein detalló por qué decidió contar en clave de comedia un drama como "el corralito": "La comedia es una muy buena herramienta para lidiar con el dolor. Si pasado un tiempo, habiendo ya una distancia, podés tener una mirada sino cómica sí tragicómica de las cosas, te pone como persona en un lugar un poco más elevado", reflexionó.
"A la distancia, verlo con un poco de humor, es la manera de hacer la catarsis. Y además, es una deformación natural que yo tengo", puntualizó.
Pero Borensztein también tiene claro que si hay que representar a la Argentina de hoy como una comedia o una tragedia, la respuesta es "las dos cosas".
"La tragedia por definición es algo que no tiene solución. No hay nada que uno pueda hacer para revertirlo. Y en la Argentina tenemos muchas cosas que son una tragedia. Nuestro pasado en gran medida es muy trágico. Y no hay nada que uno pueda hacer para revertirlo. Incluso muchos aspectos de nuestro presente son trágicos", indicó.
"Ahora, cuando en el caso particular de la Argentina se repiten ciertos tópicos, eso regresa ya en forma de comedia. Porque una vez, uno lo puede tomar como una tragedia. Dos veces, tres veces, cuatro veces, ya tiene visos de comedia", subrayó.
"Es inevitable que la tragicomedia o la comedia tenga que aparecer para darnos un poco de alivio", opinó el director.
Argentina presenta "La odisea de los giles" a los Premios Goya
La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina anunció este viernes que "La odisea de los giles", dirigida por Sebastián Borensztein y protagonizada, entre otros, por Ricardo Darín, es la elegida para representar al país en la próxima edición de los Premios Goya de España.
En un comunicado, la entidad especificó que este jueves cerró la votación en la que eligió la película que postulará a la categoría de "Mejor Película Iberoamericana" de los galardones que otorga la Academia de Cine de España.
Si bien es habitual que Argentina anuncie el mismo día el filme que postula tanto a los Goya como a los Oscar, en esta ocasión el organismo cinematográfico del país suramericano explicó que será el próximo 23 de septiembre cuando, durante la XIII Ceremonia de Entrega de los Premios SUR, se comunicará la elegida para competir en la categoría de "Mejor Película Internacional" de los galardones de Hollywood.
Los premios Goya se celebrarán el 25 de enero próximo en la ciudad española de Málaga y los Óscar el 9 de febrero en Los Ángeles (EEUU). Antes, las academias de cine de España y Hollywood deberán anunciar las nominaciones en cada categoría.
Basada en la novela de Eduardo Sacheri “La Noche de la Usina” y protagonizada además de por Darín y su hijo Ricardo 'Chino', por figuras como Luis Brandoni, "La odisea de los giles" cuenta una emotiva historia que se ubica en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires a fines del 2001.
En medio de la grave crisis que azotó a Argentina ese año, marcada por el 'corralito' bancario, un grupo de amigos y vecinos pierde el dinero que había logrado reunir para reflotar una vieja cooperativa agrícola, por una estafa realizada por un abogado y un gerente de banco que contaban con información de lo que se iba a desencadenar en el país.
Tras lo ocurrido, el grupo de amigos organiza un plan para recuperar lo que les pertenece.
EFE, Julio César Rivas