La noche de la expiación posee una premisa interesante que puede mover a una reflexión sobre la violencia que reside en la esencia humana.

Este planteamiento busca hacer una analogía frente a las acciones presentes en la sociedad que busca por cualquier medio erradicar los actos violentos.

Lo que plantea el debutante James DeMonaco (guionista de la nueva versión de Masacre en la cárcel 13) es ofrecer un ejercicio social que cómo se podría erradicar o bajar a niveles inferiores los actos delictivos y reñidos con la ley.

Su historia se ambienta en el año 2022, donde el gobierno de los Estados Unidos promueve una “Purga anual”, en la que una noche de cada año se puede cometer cualquier crimen, incluyendo asesinatos y violaciones, sin tener que hacer frente a las consecuencias ni responder ante la justicia.

Aquí la familia Sandin, cuyo padre es un exitoso vendedor de sistema de seguridad, se verá aproximada a esta regla cuando su casa en invadida y tiene que protegerse.

El desarrollo de esta idea tiene su soporte argumental en que lo que el público verá. Es un filme de horror, quizás, con algunos puntos inverosímiles, pero justificable en su estructura.

La frontera con el cine ´gore´ da pie para que se produzcan escenas de gran violencia dentro de la mansión de esta familia justificando que no importa los medios utilizados si es para salvar sus vidas.

Mientras que al realizadoer DeMonaco le permite jugar con la doble moral y las apologías que han justificado, en muchos casos, la violencia en la sociedad.

La noche de la expiación como filme de horror cumple su cometido, aunque provoque rechazo su tema argumental.