Adaptación de la novela La ladrona de libros (The Book Thief), de Markus Zusak, este filme recurre a una puesta en escena bastante adecuada para relatar la historia de la pequeña Liesel quien encuentra consuelo robando libros.

Ambientada en la Segunda Guerra Mundial en Alemania, el relato surca varios puntos que, a veces, le resulta favorable, pero en otras la convierte en un discurso melodramático con el único fin de favorecer la historia de los personajes y los hechos que se narran.

Un punto a favor es la perspectiva de quien cuneta la historia, un personaje que cubre toda la narrativa con su particular punto de vista que, gracias a su humor negro y cinismo, se descubre todo el panorama y destino de cada uno de los personajes.

Una memorable banda sonora a cargo de la partitura musical de John  Williams le confiere un nivel de excelencia en su parte musical, con toques muy finos para detallar los momentos más dramáticos de la historia.

Brian Percival (A Boy Called Dad, 2009), intenta sumergir al espectador dentro de una drama emocional, buscando precisamente esas respuestas de la audiencia hacia las angustias del personaje principal interpretado por la joven actriz Sophie Nélisse así como de los demás personajes.

Un filme que por lo menos es adecuado y con buen gusto que puede favorecer la apreciación positiva de los espectadores.