Título original: La isla mínima. Género: Drama/Thriller. Dirección: Alberto Rodríguez. Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos. Reparto: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros, Antonio de la Torre, Jesús Castro. Duración: 1 hora 45 minutos. Clasificación: +12 años. País: España
El cine de Alberto Rodríguez (Grupo 7, 2012) está dando claras señales de la revitalización del thriller dentro del cine español.
Alberto posee una capacidad para atravesar los años que han marcado desde la dictadura franquista hasta los actuales días donde todavía quedan heridas, punzones y amarguras por un pasado que aún permea mucho del accionar social.
Haciendo referencias a las claves del Film Noir, con algunas variantes al cine de John Sturges, “La isla mínima” ofrece un panorama adecuado para focalizar muchas de las cuestiones que, al parecer, estaban dormidas en la psiquis del español común, pues su textura y posicionamiento político, aunque esta ocupa menos espacio del que se supone pueda tener, se ancla en los años 80 recién terminada la dictadura y donde muchos remanentes se hacen presentes.
Dos policías son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas del Guadalquivir para investigar la desaparición de unas adolescentes.
El contraste de dos hombres de ciudad que se enclavan en una comunidad cerrada, tradicionalista, con un código de silencio que reduce cualquier posibilidad de entendimiento a su idiosincrasia, se convierte en parte esencial dentro de la trama.
A su vez ambos encontrarán rivalidades ideológicas y políticas por su manera de enfrentar la investigación.
El contexto geográfico de las marismas contribuye a crear un panorama esencial para revestir el filme de una singular fotografía.
Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez son dos actores con influencias parecidas para abordar sus respectivos personajes, pero con distintas convicciones para involucrarse en la historia.
“La isla mínima” es un cine que toma de las mejores características del cine clásico para recobrar una manera especial de relatar historias.