Título original: The Great Wall. Género:Acción/Fantástico. Dirección:Zhang Yimou. Guión:Tony Gilroy, Carlo Bernard, Doug Miro (Historia: Max Brooks, Edward Zwick, Marshall Herskovitz).Reparto:1 hora44 minutos. Clasificación:+ 14 años.País: China

No reconozco si las intenciones de este filme es contar una historia épica o simplemente el afán de gastarse 150 millones de dólares, la inversión más grande entre una co producción entre China y Estados Unidos.

O más bien responde a un afán de expansión del capital oriental hacia producciones de gran presupuesto que emulen las fórmulas universales que Hollywood ha podido vender en el resto del mundo.

Con un guión de Tony Gilroy, Carlo Bernard y Doug Miro, a partir de una historia de Max Brooks, Edward Zwick, Marshall Herskovitz, -tantos nombres sofocan-, se viene a introducir un relato de mercenarios y aventureros en una China que muestra su emblemática muralla que en sus años de gloria alcanzó los 9.000 kilómetros de extensión.

El filme, en su introducción, se apresura a subrayar que, entre las tantas leyendas que justificó la construcción de la muralla, esta es una de ellas. Así se inicia un cuento que impresiona más por los efectos visuales que lo que pudiera ser interesante como relato.

Y esa justificación que se ofrece es que su construcción obedeció a que una horda de reptiles gigantes, cada sesenta años, amenaza con destruir el poderoso imperio como si se tratara de un castigo divino.  De esta manera, dos tipejos y mercenarios de profesión llegan a las murallas con el fin de conseguir la dichosa pólvora, el poderoso invento chino, para llevarlo de contrabando hacia el occidente.

Entonces, ellos se enrolan, de manera obligatoria, para luchar junto a los soldados del imperio en pos de acabar con las bestias que desean atacar la ciudad.

El filme dirigido por Zhang Yimou, uno de los cineastas más elogiados de China por filmes como “Ju Dou” (1990), “La linterna roja” (1991) o “Hero” (2002), se desplaza por un contexto grande, pero con un endeble sostén argumental.

Matt Damon hace intentos para mantenerse a flote dentro de un filme que sabe no llegará muy lejos entre la crítica y el público. Su razonamiento es que debe proseguir con su papel a pesar del limitado dibujo que recae sobre él.

Un filme de acción fantástica que, lamentablemente, será pasajera en las mentes del espectador.