Título original: TheBeauty and theBeast. Género: Musical.Dirección: Bill Condon.Guión:Stephen Chbosky, Evan Spiliotopoulos (Novela: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont).Reparto:Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Josh Gad, Emma Thompson, EwanMcGregor, IanMcKellen.Duración: 2 horas3 minutos. Clasificación: Todo públicoPaís: USA

Es notable la consolidación que logró el estudio Disney cuando en 1991 pudo colocar entre las candidatas al Oscar, como Mejor Película, el animado “La Bella y la Bestia”; una gran proeza puesto que estaba compitiendo de igual a igual con producciones cinematográficas “live-action” o con actores reales.

Esto quizás es lo que permitió que la productora se lanzara a jugar nuevamente con la historia, pero esta vez accediendo que actores y actrices pudieran interpretar aquellos inolvidables personajes de la animación.

“La Bella y la Bestia”, en su nueva versión, es un efecto tardío de lo que supone la reformulación de la narrativa de los cuentos de hadas, llevada a un nivel más orgánico realizado por actores y actrices que intentan darles otro color a las aparentes actualizaciones de estos relatos.

Su comparación con la versión animada puede llevar a catalogarla como un intento a medias por lograr la misma empatía que se alcanzó con la anterior. Calcada en múltiples detalles, pero modificada en otros aspectos con nuevas canciones, este filme cae por debajo de su antecesora.

Siendo prácticamente un musical, irónicamente, es en los espacios donde no hay canciones que la narrativa se perfila más dinámica y coherente. Este detalle afianza la creencia de que su aspecto melódico no es tan impactante como se esperaba.

Otro detalle que invierte las razones por la cual se ha querido vender como el atractivo del año, es que su jugada de efectos visuales ha quedado limitada por el poco recurso de animación computarizada que se le otorgó al personaje de la Bestia, el cual funciona mejor en primeros planos, pero cuando aparece de cuerpo entero, su animación digital lo compele a un carácter más artificial.

Emma Watson interpreta sus canciones con un dejo de ansiedad y limitada por el poco espectro que le ofrece, un caso similar ocurre con el personaje de Gastón. Interpretado por el actor Luke Evans.

Su dirección artística es lo que puedo definir como un esfuerzo de pura parafernalia artística que logra convencer por la utilización de los espacios decorados que se construyen alrededor de los personajes como la villa, la taberna y el palacio. Esto unido a la partitura de Alan Menkenquien intenta proporcionar el toque de espectáculo haciendo honor al costo de esta producción.

En definitiva, “La Bella y la Bestia” es la evidencia de que Disney sigue apostando por la conversión de sus productos animados a un cuadro más realista, aunque menos emotivo.