Título original: Kong: Skull Island. Género: Fantástico. Dirección: Jordan Vogt-Roberts. Guión: Dan Gilroy, Max Borenstein (Remake: Merian C. Cooper, Edgar Wallace). Reparto: Tom Hiddleston, Brie Larson, Samuel L. Jackson, John Goodman, John C. Reilly. Duración: 2 horas. Clasificación: + 12 años. País: USA

Alejándose, unos cuantos metros, de las anteriores versiones, esta nueva adaptación de la historia del simio más famoso del cine, aprovecha varios factores que en las demás fueron tan solo pinceladas.

Lo primero es que esta versión se concentra en la isla, el hábitat natural de Kong, proporcionando a la historia múltiples focos de atención sobre las demás criaturas que en ella habitan.

Otro detalle es que la sitúan en plena la guerra de Vietnam, una época donde la tecnología militar no estaba tan avanzada como en estos tiempos, factor que le permite justificar por qué esta isla ha estado invisible ante los ojos del mundo.

Después de un prólogo breve, el filme se sumerge en el mero entretenimiento sin dejar espacios vacíos en su narrativa dotándola de dinamismo.

Esta invasión de un equipo compuesto por científicos y militares a los dominios del mítico King Kong, es lo que justifica una historia que no profundiza mucho en su existencia, aunque un par de anécdotas hablan de su origen.

La banda sonora musical de los 70s ofrece un contexto epocal que le favorece a la misma historia que, junto a los efectos digitales, complementan un panorama estético por donde se desliza toda la historia.

El reparto compuesto por Tom Hiddleston, Brie Larson, Samuel L. Jackson, John Goodman y John C. Reilly y la dirección de Jordan Vogt-Roberts (The Kings of Summer, 2013)
resuelven lo que tienen en las manos sin desperdiciar tiempo en cuestiones filosóficas.

Este filme post Godzilla tiene las posibilidades de convertirse en una nueva saga aventurera, pues los productores están apostando al éxito que pueda tener para luego proyectar su existencia a otras entregas.

Lo que hay que esperar es que las ambiciones, tan grandes como Kong, no se desplomen en el camino.