Título original: Jurassic World: Fallen Kingdom. Género: Ciencia Ficción. Dirección: J.A. Bayona. Guión: Colin Trevorrow, Derek Connolly (Personajes: Michael Crichton). Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, James Cromwell, Rafe Spall, Toby Jones. Duración: 2 horas 8 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
No es de dudar que la visión del escritor Michael Crichton sobre la posibilidad de volver a la vida a los imponentes dinosaurios gracias a los avances de la tecnología del rescate del ADN, es una perspectiva muy atractiva que dio pie a la elaboración de una serie de películas que han explotado el tema hasta más no poder.
Desde “Jurassic Park” (Spielberg, 1993), “The Lost World” (Spielberg, 1997), “Jurassic Park III” (Johnston, 2001), “Jurassic World” (Trevorrow, 2015) y ahora “Jurassic World: el reino caído” de Bayona, son muchos huesos que se han triturado durante el desarrollo de esta saga, donde esta última camina sobre los fósiles de sus antecesoras sin ofrecer nada importante para la historia.
Para esta ocasión, el director catalán J.A. Bayona quien ha ofrecido interesantes propuestas fílmicas con “El orfanato” (2007), “Lo imposible” (2012) y “Un monstruo viene a verme” (2016), se encarga de intentar dar cierta personalidad sobre su honesta visión, pero sin cortar los hilos de conducción narrativa que han caracterizado a esta saga.
En este episodio el famoso parque temático ya no existe y ahora la labor se concentra en ir al rescate de los ejemplares que aún quedan en la Isla Nubar, donde todo empezó, puesto que está amenazada por una erupción volcánica. Pero dentro de ese rescate se esconde una misión poco gentil que desencadena una conspiración que puede traer un peligro aún mayor.
Con un guión débil escrito por Colin Trevorrow, Derek Connolly, el filme se muestra con un nivel de bullicio más que las demás, donde la música y los efectos sonoros se entremezclan para dejar los oídos saturados de tanta estridencia, pretendiendo ocultar los baches narrativos y las malas actuaciones que se desprenden de su elenco principal.
Considero que no se le puede quitar la correcta utilización de los efectos visuales y la edición de sus efectos sonoros, puesto que es aquí donde se gastan la mayor parte del presupuesto y esto es lo que le otorga su nivel industrial insuperable con relación a varias películas de su género.
Pero su propuesta no aspira más allá en ofrecer un espectáculo sabiendo que los dinosaurios estuvieron poblando la Tierra hace 65 millones de años y que en el cine apenas bastó unos 25 años para ver la extinción de estos animales en la pantalla.