SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El cine francés siempre ha gozado de buena salud. A pesar de algunas bajas, por condición de mercado, siempre ha conseguido conquistar la buena apreciación de su público.

“Intocable” no ha sido la excepción y, dentro del género de la comedia, se ha alzado la de mayor éxito en toda la historia del cinema francés alcanzando casi 20 millones de espectadores.

Tomado de la historia real de un millonario tetrapléjico, cuya única condición que puso para ser llevada su vida a la pantalla, era que se contara en tono de comedia.

Y esto es, precisamente, el gran acierto que posee este filme galo. Puesto que su enfoque deja atrás, a pesar de la condición de uno de sus personajes principales, esa visión lastimera de la posición humana y, por el contrario, se enfoca en ese impulso de seguir viviendo y disfrutar de las cosas buenas que ofrece la vida.

Es la historia de Philippe un hombre adinerado que pertenece a una clase social alta francesa y cuya vida cambia para siempre cuando tiene un aparatoso accidente de parapente que lo dejara inválido y en silla de ruedas.

Esta nueva condición lo obliga a contratar a un asistente y, en este caso, contrata al más adverso de los aspirantes, Driss, un joven de los barrios obreros que tiene como única salida poder justificar ante la asistencia social, que puede conseguir un trabajo sin importar la naturaleza del mismo.

Pero entre ambos personajes, de mundos socialmente opuestos, se inicia una amistad que raya en la complicidad para buscar el mejor lado de la vida. Sus contrastantes mundos conformarán un magnífico panorama para la crítica social en cuanto a las oportunidades.

El tandem de directores formado por Eric Toledano y Olivier Nakache ha sabido justificar una comedia sumamente agradable y aleccionadora que no va por las lágrimas fáciles, sino por mostrar una amistad que se forma sin importar las diferencias.

François Cluzet como Phillippe, es una rara combinación entre Dustin Hoffman y Robert DeNiro en sus mejores tiempos, quien muestra una excelente cara para la situación de su personaje. Y Omar Sy como Driss, de origen senegalés,  ha sido el gran descubrimiento del cinema francés quien se posiciona ante la cámara de manera fresca y sincera.

Por todo esto y mucho más, “Intocable” es una de esas películas que me ha dejado un buen sabor como cinéfilo y me confirma la revitalización del cine francés.