Buenos títulos ha proporcionado Spike Jonze dentro de su filmografía, la misma desarrollada mayormente dentro del video musical, el documental y el corto.
Jonze se aproxima nuevamente con Ella (Her) a la dicotomía del humano para explicar distintas situaciones del ser mismo con todas y sus veleidades físicas y emocionales como las logradas en Being John Malcovich, (1999) y Adaptation (2002).
Ella constituye un cuento de ciencia-ficción intrigante de cómo un ser puede revelarse a sí mismo y sentirse atraído por todo un sistema binario de conciencia única y deleitarse en el más estricto sentido de la palabra.
Ambientada en Los Ángeles, en el futuro cualquiera, (aquí la referencia epocal poco importa cuando se tiene un argumento que va más allá del sentido del tiempo), muestra a Theodore Twombly, un complejo hombre que vive escribiendo conmovedoras cartas a los demás.
Desanimado por motivo de que su relación con su esposa ha terminado, Theodore inicia la relación hombre-máquina con un nuevo sistema operativo que cada vez va compenetrándose emocionalmente.
Esta visión que propone Jonze es una perfecta simulación de la soledad puesta en marcha dentro de un juego emocional donde la persona deja de ser lo que es para vivir un sueño anticipado.
El realizador juega con varias ideas, las mismas alcanzadas por otros títulos como S1m0ne (Andrew Niccol, 2002) o Strange Days (Kathryn Bigelow,1995) para plantar su resistencia a la disyuntiva existencial de un individuo que decide mejor poner su idea y sus emociones en un sistema computacional.
Joaquín Phoenix logra interiorizar toda esa soledad que invade a su personaje y Scarlett Johansson sintetiza el idilio perfecto con esa voz suave y atrayente.
El espacio seleccionado por Jonze ubica a los personajes dentro de un universo particular. Unas veces frío otras veces cálido para subrayar los distintos estados de ánimo de Theodore, pero a la vez de su imaginario momento citadino.
Una combinación perfecta para un filme que mueve a reflexiones y discusiones importantes de lo que el ser humano siempre ha buscado y buscará por toda la eternidad.