Título original: The Last Duel. Año: 2021. Género: Drama/Aventura. País: USA. Dirección: Ridley Scott. Guion: Ben Affleck, Matt Damon, Nicole Holofcener. Libro: Eric Jager. Elenco: Matt Damon, Adam Driver, Ben Affleck, Jodie Comer, Harriet Walter. Duración: 2 horas 32 minutos
El octogenario invulnerable Ridley Scott no quiere dejar sus pantuflas lejos de la cama por si un día tiene que retirarse con honor.
Y es que su impronta en el cine ha sido vital para desentrañar una serie de especulaciones sobre el cine de época, de batallas y del sublime encanto que trae la tragedia del caballero andante.
Su cine ha sido un periplo constante por la aventura de espadas, búsqueda de lo desconocido y torneos de sangre, sin importar en qué época se desarrolle. También en la nobleza del hombre mismo, el que se mueve por las circunstancias y por la idea de que el honor puede estar más allá del tibio regazo de la doncella a la que se ama y se protege.
“El último duelo” se centra en el duelo entre Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), dos amigos que se convirtieron en rivales. Cuando la mujer de Carrouges, Marguerite (Jodie Comer), fue acosada por Le Gris, un cargo que él niega, ella no se queda callada y le acusa.
Este acto desafiante pone su vida en peligro y la de su esposo quien solicita un duelo a muerte para resarcir el honor de ambos, aunque esta decisión pone en peligro el destino de los tres.
Y es aquí que el guion escrito por Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener sobre el libro de Eric Jager, que se le ofrece a Scott para que la dirija, quiere dejar establecido que los hechos reales en que está basado es una manera de contar una historia donde más importa el fundamento que el relato mismo.
Este fundamento está en el sistema y una época en que la llamada “cultura de la violación” se muestra como un sometimiento a las mujeres porque son consideradas propiedades de los hombres y como tal son tratadas.
Scott opta por repetir tres veces la misma historia desde cada uno de los puntos de vista: acosador, marido y víctima. Sin pretender copiar la estrategia de Kurosawa en su mítica “Rashomon”, este director toma cierta distancia para aplicar una narrativa que ponga en una balanza tan delicada situación.
Como siempre, Scott filma con impecable precisión las pocas escenas de batalla que presenta sólo para contextualizar la época de las Cruzadas y la voluntad del personaje de Carrouges, mostrándolo como un hombre influenciado por su herencia y su responsabilidad ante el rey, aunque tosco en la relación con su esposa.
El balance de este filme queda bajo un juicio de precisión sobre las debilidades rutinarias del director y las intenciones del guion que, al fin y al cabo, se entiende su naturaleza, aunque se pierda en la maestría ya gastada.