Es difícil hacer un filme sobre altas finanzas que sea atractivo para el más común de los espectadores.
“El precio de la codicia” tiene la virtud de convertir cifras económicas y fórmulas financieras en algo que pueda generar interés con cierto nivel de suspenso.
Basada en los eventos reales que condujeron al colapso mundial de los mercados financieros en el año 2008, y con cierta inspiración en la quiebra de la compañía Lehman Brothers, este filme se centra en las previas treinta y seis horas al gran colapso financiero que sufrió recientemente la finanza estadounidense.
En la misma trama, el director J. C. Chandor, quien a su vez es el guionista, centra su atención en el descubrimiento del debacle financiero que se estaba avecinando.
Chandor muestra de manera fría los hilos ocultos del mundo financiero, donde sus protagonistas buscan la mejor manera de seguir estando a flote y salvarse a como de lugar.
Esta visión relista es lo que conduce a mostrar un filme sin desperdicio y apoyándose en un guión ajustado a la mejor manera contar con un tema complicado y hacerlo potable para el público.
La selección del reparto compuesto por Jeremy Irons, Zachary Quinto, Stanley Tucci, Paul Bettany, Kevin Spacey y Demi Moore muestra su nivel de calidad para la interpretación de los distintos personajes.
Probablemente alcance igual supremacía que el clásico de Oliver Stone, “Wall Street”, de 1987 que abordó igual tema de economía de una manera atractiva.
“El precio de la codicia” es un filme excelente por su forma de mostrar un hecho real y ficcionarlo de una manera atractiva y subyugante.