Título original: Dawn of the Planet of the Apes. Género: Drama-Ciencia Fición. Dirección: Matt Reeves. Guión: Mark Bomback y Rick Jaffa. Reparto: Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell y Toby Kebbell. Duración: 2 horas 10 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
“El planeta de los simios” es, en definitiva, una de las novelas de ciencia ficción más atractiva para el cine.
Después del resurgimiento de la historia con la fracasada propuesta de Tim Burton en 2001, la serie fue reiniciada en 2011 con “Rise of the Planet of the Apes”, de Rupert Waytt, la que planteó el inicio de lo que posteriormente sería la aniquilación casi absoluta de la raza humana y el surgimiento de una nueva especie inteligente sobre la Tierra.
Hoy, gracias a la dirección de Matt Reeves (Let Me In, 2010) y el guión de Mark Bomback y Rick Jaffa, se tiene una nueva perspectiva de la historia más centrada en los conflictos sociales de supervivencia que de una parafernalia de efectos visuales, típica de las cintas de verano.
Lo que plantea esta historia es la explicación a lo sucedido hace diez años desde el nacimiento de un virus de laboratorio que terminó con casi toda la población. Un pequeño grupo de supervivientes humanos y una gran comunidad de simios evolucionados tratan de sobrevivir al débil equilibrio que hay entre ambas especies.
Por un lado se tiene la presencia de César y Koba, dos simios que se intentan establecer una sociedad simia en la Tierra y Malcolm y Dreyfus dos humanos que también buscan sobrevivir a un mundo de pocos humanos.
La traición de Koba es lo que pone las cosas en su lugar y desarrolla una inquietante metáfora de las utopías marchitadas por el odio y el rencor. Aquí es que Reeves busca desarrollar su terreno argumental cimentado con ideas sociales muy aplicables hoy en día.
A parte del trabajo de Andy Serkis, aunque enfundado bajo un traje de captura de movimiento, que le da vida a César y Gary Oldman quien adquiere también su importancia, aunque en menor proporción, este nuevo capítulo se diferencia por mucho de las dos anteriores.
Interesante planteamiento, raro para un filme de verano, donde su cuadro dramático supera todo lo que se pudiera pedir en términos estéticos.
“El planeta de los simios: confrontación” se reivindica como obra cinematográfica y, de seguro, este no será su final.