Después de muchos años asumiendo papeles secundarios en Hollywood, Charles Bronson comenzó a ser reconocido en el mundo del cine gracias a su primer éxito titulado "Sin motivos personales" (The Mechanic, 1972), un filme de pura acción que lo convirtió en un rey de este género en los años 70 y que puso de moda la figura del asesino a sueldo en el cine.
El largometraje fue la segunda colaboración con Michael Winner, director con el que rodaría otros títulos clásicos del cine de acción como "Death Wish" y "The Stone Killer".
Entonces, los hijos de los productores de aquella cinta, movidos por la nostalgia y el dinero se procuraron realizar un remake de esta cinta y colocarla en los tiempos actuales teniendo a Jason Statham, el más reconocido actor de acción, para interpretar a Arthur Bishop, un magnífico asesino a sueldo que decide convertir en "mecánico", término que se utiliza en jerga criminal para referirse a los sicarios, al hijo del que tuvo que matar por encargo.
De esta manera, Bishop le enseña todos los trucos de su peculiar trabajo, aunque esta acción es lo que lo condenará hacia una sentencia de muerte por parte de su aprendiz.
Esta nueva versión trata de aportar nuevos elementos que la anterior, tomando más control de la cámara, subiendo el nivel de la acción y la violencia y coreografiando mejor de las escenas.
Simon West (Con Air y Tomb Raider) focaliza toda su atención en la dinámica de la cámara para retratar con los mejores ángulos posibles las escenas de acción, aunque dicha versión trata de ajustarse a las nuevas audiencias, resultando un filme de acción y nada más.