A Gore Verbinski se le da muy bien el cine de aventura. Su filmografía está aderezada por este género con resultados que han dejado al público satisfecho.

Solo hay que observar las serie de Piratas del Caribe (2003-2007) o el animado Rango (2011) para darse cuenta de su habilidad para conjugar una serie de elementos atractivos dentro de un filme.

Ahora Verbinski asume la responsabilidad para llevar a la pantalla grande la adaptación de las aventuras del héroe del serial radiofónico quien también tuvo su periplo por la televisión como es El Llanero Solitario, para aplicar las mismas fórmulas de sus anteriores producciones.

En este caso inicia la historia para explicar el origen de este hombre enmascarado y su amistad con el indio americano Tonto.

La primera parte del filme es tratado como una especie de larga  introducción para lo que sería luego su cauce narrativo fundamental. Pero este trecho se hace largo por la  introducción de muchos elementos explicativos que hacen de su ritmo un desequilibrado recorrido.

La cinta no se define del todo, puesto que cabalga entre dos elementos: el drama y la comedia. Y esto es su gran problema. Al parecer, se tuvo la idea de aplicar los mismo con Piratas del Caribe, cuya aportación del actor Johnny Depp fue de gran valor.

En esta ocasión Depp quiere tomar elementos de su anterior personaje y aplicarlo a esta historia, pero sus resultados no fueron lo satisfactoriamente deseable.

Depp trata de encajar sus aspiraciones con el actor Armie Hammer cuyo sombrero y antifaz no lo proyecta como tal.

Excesivamente larga para un relato que puedo ser mejor, puesto que el poco equilibrio que hay en su estructura narrativa deja a un lado la posibilidad de que este material sea plausible.