Cuando se realice un ranking de las series tele novelescas latinoamericanas de mayor  éxito de audiencia, no cabe duda de que “El cartel de los sapos” ocupará uno de los primeros lugares.

La serie televisiva expuso hacia la luz pública con un tono de comedia y drama a la vez, el intríngulis del mundo de los traficantes de cocaína.

Gracias a las confesiones y posterior revelación en un libro del ex narcotraficante Andrés López, el “modus operandi” de los carteles de las drogas en América Latina quedó al descubierto, recordando, en el tiempo, a aquellas famosas confesiones del capo de la mafia siciliana en Nueva York Joe Valachi, el primer arrepentido de la "Cosa Nostra" y principal testigo en un juicio que, rompiendo el código de silencio de la organización, mostró al mundo la existencia de esta red criminal.

El guión escrito por Luiso Berdejo (Quarentine) Juan Camilo Ferrand (Escobar el patrón del mal, Las Muñecas de la mafia) y Andrés López, muestran al espectador la vida de Martín González que, proviniendo de la clase baja, va escalando posiciones dentro del cartel del Norte del Valle, obteniendo buenos recursos económicos.

Pero a la vez, un amor desde la infancia lo mueve por caminos irregulares dentro de su objetivo por conquistarla definitivamente.

Contada de una manera no lineal, el filme se construye por una narrativa errática que no le da sentido coherente a las acciones de los personajes y a las situaciones que se muestran.

La versión para cine guarda distancia con la serie, puesto que la versión televisada podía ampliar el espectro de los personajes y desarrollarla con gracia y soltura. Al contrario con  esta se muestra atropellada, sin flexibilidad y con más gana de contarla apresuradamente que de ubicar en mejor contexto para los diálogos y las acciones.

El elenco de la original serie repite, ahora con más desgano y, al parecer, con una falta de motivación para batir lo mismo que los mantuvo durante varios meses con el compromiso laboral.

Manolo Cardona, Juanita Acosta, Diego Cadavid, Robinzon Díaz y demás actores que se unen a esta versión tratan de mantener la gracia de sus personajes, pero eso ya pasó a la historia.

“El cartel de los sapos” es una versión fílmica aprovechada por ese pasado éxito que no aporta nada nuevo. Por eso me quedo con la gracia y entusiasmo de esa versión de pantalla pequeña.