Título original: The Man from U.N.C.L.E. Género: Thriller/Acción. Dirección: Guy Ritchie. Guión: Scott Z. Burns, David C. Wilson (Serie: Sam Rolfe). Reparto: Henry Cavill, Armie Hammer, Alicia Vikander, Elizabeth Debicki, Hugh Grant, Jared Harris. Duración: 1 hora 56 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
Desde 1964 y 1968 se desarrolló una ecléctica serie de espionaje concebida por el guionista Sam Rolfe en la que Napoleon Solo (Robert Vaughn) e Ilia Kuryakin (David McCallum) encarnaban a una pareja de espía americano y espía ruso colaborando en pleno contexto de la Guerra Fría.
Esta idea improbable fue la que ofreció un resultado satisfactorio entre las audiencias, la que fue ganando adeptos por los giros de comedia, política y conspiración que daban un resultado muy particular.
Ahora el cineasta británico Guy Ritchie (Snatch, 2000, Sherlock Holmes, 2009) revitaliza la dinámica de las buddy movie ya practicada en “Sherlock Holmes” con Robert Downey Jr., y Jud Law.
El filme narra las aventuras de dos agentes secretos, uno ruso y otro estadounidense, durante el periodo de la Guerra Fría quienes tienen que unirse en pos de formar un equipo que llevará a cabo una misión conjunta
Aquí toma a Henry Cavill y Armie Hammer y les coloca un traje de espías para contextualizar una obra que interpreta muy bien la época de la Guerra Fría y las conspiraciones políticas que se desprendían por la ubicación de los dos polos de poder.
Ritchie sintetiza muy bien un cuadro narrativo focalizando toda su mirada para suministrar una aventura de espías sin desmeritar su propósito argumentar.
El filme narra las aventuras de dos agentes secretos, uno ruso y otro estadounidense, durante el periodo de la Guerra Fría quienes tienen que unirse en pos de formar un equipo que llevará a cabo una misión conjunta.
Lo que había funcionado muy bien en la serie televisiva aquí funciona igual. Su premisa se mantiene y su estilo de la época es una garantía de su excelente nivel de producción.
Cavill y Hammer logran conseguir suministrar muy bien sus personajes, marcando diferencias conceptuales y artísticas para mantener el fino equilibrio de sus personalidades y donde Alicia Vikander aporta una sutil transparencia femenina.
La banda sonora ofrecida es como un coctel de canciones populares utilizadas, en varias ocasiones, como contrapunto a una narrativa que no se detiene en ambigüedades y logra que cada escena sea una pieza bien estructurada.
Una cinta extraña para un verano plagado de ridiculeces que ha ayudado a no abandonar las ganas de seguir visitando las salas de cine.