Título original:Predator. Género:Aventura/Ciencia Ficción.Dirección:Shane Black.Guión:Shane Black, Fred Dekker (Personaje: Jim Thomas, John Thomas). Reparto:Boyd Holbrook, Olivia Munn, Trevante Rhodes, Sterling K. Brown, Jacob Tremblay.Duración: 1 hora 41 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
No es de dudar que “Predator”, aquella cinta de acción y ciencia ficción de 1987, dirigida por John McTiernan y protagonizada por Arnold Schwarzenegger planteó a uno de los mejores diseños de monstruo de la historia del cine.
Después de varios vaivenes con relación al posicionamiento comercial del personaje con aquellas secuelas como “Predator 2” (Hopkins, 1990), “Predators” (Antal, 2010) o las menos imaginativas “Alien vs. Predator” (Anderson, 2004) y “Aliens vs. Predator: Requiem” (Strause, 2007), los productores se han empeñado de que el material todavía ofrece posibilidades.
Después de su hibernación, se ha determinado una nueva versión que pudiera revitalizar su componente primario y rehacer algunas de las buenas partes que contiene el personaje y su historia.
En esta ocasión el Depredador se ha mejorado con material genético de otras especies. En su vuelta a la Tierra uno de ellos tiene como misión advertirle a la raza humana de lo que se avecina, entrando en contradicción con la misión de los demás alienígenas que desean reformular su cuerpo utilizando la genética humana.
Esto desata otra lucha en la que un grupo de ex soldados y una profesora de ciencias tienen que impedir que una letal invasión sea llevada a cabo.
Lo que la distancia de las demás es que en su historia tiene una presencia infantil que le ofrece otro punto de vista y donde su personaje posee una importancia capital. Esta vez el niño, interpretado por Jacob Tremblay, la sensación infantil de “La habitación” (Abrahamson, 2015) y “Wonder” (Chbosky, 2017), es la clave oculta de la presencia de los nuevos depredadores.
De esta manera la versión dirigida por Shane Black (NiceGuys, 2016) quien también fue actor de reparto de la primera entrega, desliza su temperamento por un cuadro de acción bien manejado, a pesar de lo inverosímil que pueda resultar.
Lo que salva muy bien a esta versión es la conformación de los personajes que resultan ser un grupo de héroes políticamente incorrectos que se mueven por la historia dejando pizcas de humor en cada paso.
Esto contrasta con la presencia femenina de Olivia Munn como la científica quien desarrolla su personaje como un equilibrio frente al grupo de excombatientes.
El filme posee buena resolución, aunque camina por los trazos de sus antecesoras tratando de llevar al personaje de la bestia alienígena a través de una nueva corporalidad. El “set pieces” o esas piezas de conjunto establecidas en las secuencias de acción son disfrutables a pesar de su juego con la sangre y otras menudencias.
“Predator” alarga el brazo de unos de los personajes más emblemáticos del cine de ciencia ficción con la única garantía de seguir ejecutando sus garras para conquistar más taquilla.